Creo que la naturaleza de la relación entre palabras y el agua es una cuestión de enorme relevancia que, tarde o temprano, la humanidad deberá comprender: Masaru Emoto, autor del libro “El agua, espejo de las palabras”
En los más de ocho años que llevo viajando por el mundo como conferencista, lo que más ha llamado mi atención ha sido el hecho de que al mostrar palabras escritas al agua, después de congelarla y tomar fotografías de su cristal con la ayuda de un microscopio, el agua expresa sus impresiones sobre dichas palabras a través de la configuración de su cristal.
“Es una idea que se me ocurrió casi sin proponérmelo, como una extensión natural de mis experiencias como practicante de la medicina alternativa utilizando el hadosui. El hadosui se elabora proyectando o trasladando al agua información sobre la persona, detectada con el medidor de hado. Se sabe que para la obtención de dicha información no es necesaria la presencia de la persona como tal, sino que es suficiente una foto de ella o simplemente su nombre. Por eso sabía que las fotografías o las letras eran portadoras de información. Así cuando logré fotografiar los cristales de agua, comencé inmediatamente con los experimentos con palabras”.
Los dos primeros vocablos con las que experimenté fueron “gracias” e “imbécil”. Realice el experimento con ellas porque me pareció que podían ser ejemplos claros de lo que trataba de demostrar. Los resultados confirmaron mis predicciones, y continué trabajando con otras palabras. En todos los experimentos que realicé, el agua tendía a formar cristales de carácter positivo cuando era expuesta a palabras con connotaciones positivas y al contrario.
Sin duda las palabras están íntimamente ligadas a la vida. Con ellas se puede herir a otros, pero se las utiliza con habilidad, se puede animar e, incluso, enardecer a las personas. He reunido aquellas con connotaciones positivas, en este libro “El agua, espejo de las palabras”, Sirio, 2010. Durante los últimos diez años he reflexionado mucho sobre el por qué de este fenómeno, por la responsabilidad que siente como su descubridor y por el gran número de simpatizantes que la idea ha ido ganando a su paso. Y, finalmente, gracias a mis viajes por el mundo, me he dado cuenta de que la respuesta puede hallarse en las enseñanzas de las religiones: Cristianismo, Islamismo, Budismo, Hinduismo y sintoísmo. Al buscar la nota común a todas estas categorías, di rápidamente con la palabra “vibración”.
Pienso que conocer la verdadera esencia y entidad de las palabras es condición necesaria para llegar a comprender el significado del hombre. De la misma forma, creo que la naturaleza de la relación entre palabras y el agua es una cuestión de enorme relevancia que, tarde o temprano, la humanidad deberá comprender.
Estoy convencido de que los experimentos que he venido realizando, mostrándole al agua palabras y fotografías, exponiéndola a música y ofreciéndole oraciones, serán una referencia muy importante para el trabajo de los científicos en el futuro.
Y este trabajo se lo debo al doctor Jacques Benveniste, quien hace más de veinte años fue el primer científico que lanzó la idea de que “el agua memoriza información”, y a causa de ello tuvo que sufrir enormes dificultades para poder seguir con sus investigaciones.
En la obra “El agua, espejo de las palabras”, (Sirio, 2010) Masaru Emoto nos ofrece cómo el agua va formando cristales de acuerdo al sentido de diferentes palabras como son la vida, el amor, los discursos o frases que en su momento dijeron personajes del ámbito de la política internacional. También las intercala al exponer al agua con las grandes obras de la música universal y las diferentes religiones. Entre otros temas de gran interés para los seguidores de los mensajes del agua.
Lo que tienes que saber del agua
Se dice que “el agua es el principio del Universo”, ya que es un componente fundamental del mismo. EL agua cubre la tercera parte de la superficie de la Tierra. El agua es el elemento principal en la vida animal y vegetal y forma parte de todos los organismos vivos. El 70% de nuestro volumen es agua.
El agua es el medio de todas las reacciones biológicas tanto a nivel físico-químico y electromagnético, como a nivel vibratorio, por lo que si manejamos correctamente el agua en nuestro cuerpo, equilibraremos más de la mitad de nuestro ser.
Si nuestro nivel de energía es lo suficientemente alto, frenaremos enfermedades y alteraciones físicas y emocionales en el cuerpo humano y se fortalecerán todos los órganos para lograr una buena salud y una buena calidad de vida.
Más del 80% de las enfermedades del cuerpo y del alma (incluida la depresión) tienen su fundamento en la microdeshidratación de los tejidos del cuerpo humano. Algunas de las funciones más importantes que el agua ayuda a realizar en el organismo son: La digestión, la regulación de la temperatura del cuerpo, transporta nutrientes como el oxígeno y las sales minerales, equilibra la presión sanguínea, regula la acidez estomacal, sostiene el metabolismo y Regula todas las reacciones del cuerpo.
El agua es la encargada de disolver los elementos que componen la sangre, ya que esta es la suma de proteínas+sales+células+agua. Cuanta más agua tenemos, más energía tenemos, ya que nuestra corriente vital depende del agua.
El envejecimiento es un proceso de deshidratación que nos hace perder la corriente eléctrica y energética de nuestro cuerpo.
El agua es el medicamento por excelencia; es una medicina natural que beneficia a todo el cuerpo; puede usarse de múltiples formas y sin efectos secundarios para ayudar a controlar y curar problemas agudos – diarreas, resfriados, migrañas, etc., así como la mala salud crónica.
El agua es ideal para subir nuestra vibración energética. Al restablecer el flujo de energía, la Hidroterapia contribuye a que el organismo se alivie por sí mismo y evite la aparición de muchos problemas de salud. El agua tiene tres cualidades principales: Lavar, disolver y vigorizar.
Dentro de la medicina china, tenemos La Teoría de los Cinco Movimientos, que describe el ciclo de cambios que se dan en la naturaleza, gracias a la interacción de los 5 elementos que son: Agua, aire, tierra, fuego, madera y metal.
Dentro de esta teoría, cada elemento tiene relación con una estación, un clima, un color, y tiene relación con los órganos y emociones de nuestro cuerpo.
El agua en la medicina china tiene relación con el Riñón y la Vejiga; el riñón es regente del oído como sentido y la emoción asociada a este órgano es el miedo.
Dentro de otras tradiciones, como la celta, El agua representa a las emociones en nuestro cuerpo, por lo que cualquier trabajo emocional y espiritual tiene relación con el agua.
Una manera de trabajar un desequilibrio emocional es trabajar con el elemento agua en nuestro cuerpo, esto puede darse utilizando las propiedades de este elemento, para disolver nuestras emociones y aumentar la vibración energética de los líquidos en nuestro cuerpo.
Considerando que todo en el Universo es vibración y que las cosas vibran a diferentes frecuencias, una de las aportaciones más importantes es la realizada por el Dr. Masaru Emoto, en la que descubre como el agua adquiere la vibración de palabras, sonidos y energías expuestas a ella.
Esto nos indica como la manera en que el agua que ingerimos o que tiene contacto con nuestro cuerpo, afecta de manera importante nuestros líquidos y por lo tanto la vibración de nuestro organismo, la cual influye enormemente en nuestra salud.
De aquí la importancia de cuidar la calidad del agua que bebemos, no sólo a nivel de potabilidad, que afecta directamente a las funciones físicas de nuestro organismo, sino también considerar que nos afecta a nivel emocional y vibracional.
Es muy importante observar como las palabras afectan directamente a la vibración del agua y ésta al ser ingerida por nosotros influye en nuestra frecuencia vibratorial. Para finalizar, podemos concluir dar al agua el lugar primordial que tiene al ser un elemento de la vida y la purificación.
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