8 de Mayo de 2011
Reflejo del estado anímico de la sociedad mexicana
Si las cosas no cambian en las elecciones presidenciales del 2012 vamos a tener que elegir entre un grupo de poder fáctico o un cártel de la droga: Javier Sicilia
Por: Héctor Ramos
Tras dos días de haber iniciado “La marcha por la paz”, el sábado 7 de mayo de 2011, el contingente encabezado por el poeta, escritor y periodista Javier Sicilia se detuvo a descansar y pasar la noche en el seno de Ciudad Universitaria.
Al momento actual, todavía no se cumplen 48 horas de haber reiniciado el paso de la marcha y el flujo natural de la cotidianeidad ha recobrado plenamente su curso, pues ya sucedió lo que Javier Sicilia no quería que pasara: qué se acabara la catarsis del mitin y qué “la protesta silenciosa” se convirtiese en noticia vieja de los periódicos del ayer.
La conferencia de prensa efectuada en C.U. terminó minutos antes de las ocho de la mañana, - en este momento son las siete con veinte del martes 10 de mayo - y ya ocurrieron los siguientes hechos: 1) Con todo y los culpables confesos, la Procuraduría General de la República “ya reconstruyó” los hechos que cegaron la vida de Juan Francisco Sicilia; 2) Presidencia ha rectificado abiertamente al Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna; 3) el Presidente Felipe Calderón ha dicho que está abierto al diálogo para encontrar la paz en México; 4) en entrevista para la revista Quién, el Ejecutivo ha dicho que a Joaquín “El Chapo Guzmán” lo prefiere vivo que muerto” y 5) La presidenta de la asociación Causa Común, María Elena Morera, consideró que el poeta Javier Sicilia se equivocó al pedir la renuncia del titular de la SSP.
“En el camino se nos han sumado víctimas de la violencia que comparten su dolor con nosotros”, dijo en reiteradas ocasiones Javier Sicilia, sin embargo la atención e interés de los ojos de los mexicanos, no estaba únicamente puesto en “La marcha por la paz”, ya que el sábado por la noche había una doble función estelar de box, así como dos juegos de fútbol.
Para el domingo 8 de mayo, la situación no era muy diferente, ya que en el Distrito Federal y en la misma Ciudad Universitaria, estaba pactado el juego entre Pumas y Monterrey; más tarde, en Morelia, Michoacán se celebraría cotejo entre los equipos de Morelia y América.
“Él está festejando ahorita y va para largo”, dijo un activista en el Zócalo capitalino al referirse a su hijo y al triunfo de Pumas sobre el equipo regiomontano.
“Qué ironía”, pensó Brake Over, en Monterrey, Nuevo León el fútbol es como una religión y es justamente dónde hace algunos años comenzaron convertirse en algo normal los levantones. Otros casos como el de los jóvenes que fueron asesinados “por error” en el Tecnológico abundan pero no por eso se va a perder el interés y clamor por el torneo de fútbol. No dejemos de mencionar que Michoacán es otro de los Estados de la República que han sido más azotados por el narcotráfico.
Detrás de la línea
Con la bandera nacional empuñada como su estandarte, Javier Sicilia dibujaba sus pasos en los prados que están entre “las islas” y Rectoría acompañado de un séquito de simpatizantes y representantes de los medios de comunicación.
Sin afán de mofa, - se aclara -, el poeta caminaba con el paso propio de un predicador, actitud que también notase en las palabras de aliento que daba a otras personas que como él, también fueron separadas de algún ser querido a causa y fuerza de la violencia ejercida por la delincuencia organizada.
Fue en una jardinera que está a unos metros de la avenida de los Insurgentes donde tuvo lugar la conferencia de prensa en la que Javier Sicilia destacó que las Instituciones en México están podridas, - que si hay buenos elementos, en el Ejército por ejemplo -, pero que el sistema está tan corrompido que todo termina por envenenarse. (Inclusive dijo que esa experiencia la tuvo cuando fue director de Difusión Cultural en la Universidad Autónoma de Morelos; “habíamos quienes queremos sacar a México adelante pero hay muchos otros que ven unilateralmente y sólo por sus intereses”, apuntó).
Indicó que el mitin es un claro mensaje de lo que queremos los mexicanos; “qué salga el Presidente, qué salga su Gabinete, los representantes de los partidos políticos y de los sindicatos nacionales para que escuchen nuestras demandas”.
Por una parte, un reportero le preguntó que si él (Javier Sicilia) todavía confiaba en el poder de la palabra para resolver el problema; otro reportero cuestionó acerca del comportamiento y postura de los delincuentes, a lo que Javier Sicilia señaló: “Si, todavía confío en la palabra para terminar con la violencia; ésta marcha pretender encontrar el último gramo de luz en los corazones de los políticos para que hagan su trabajo, también busca encontrar ese gramo de luz en los corazones de los delincuentes para que tengan compasión. ¡Párenle cabrones!, nosotros no somos sus enemigos, ¿están en guerra? Está bien pero no es con nosotros, no queremos que nos protejan pero si respétenos”, señaló Sicilia.
Ante lo trabado y oxidado del engranaje del sistema político mexicano, se le preguntó al poeta que cómo se podría encontrar una solución, a lo que él exhortó: “tenemos un buen instrumento que es la desobediencia civil; ¿no nos gusta lo que hace el Gobierno?, ¡pues dejemos de pagar impuestos pero todos!, o por lo menos la gran mayoría; antes de que se apruebe una ley que sea consensuada con el pueblo y si no es así vamos a rodear el Senado para que nadie salga hasta que todos nos muramos de hambre; ¡todos juntos, solos somos vulnerables y lo que se necesitan son huevos!.
Al finalizar la conferencia de prensa Javier Sicilia aclaró que detrás de la bandera nacional irían él y todas las víctimas de violencia para que todo mundo pudiera ver los rostros del dolor; “hay quienes dicen, ¡qué lata!, una marcha más pero mantenerse en silencio es darle la razón a los políticos que no hacen su trabajo, permanecer en silencio es darle la razón a los delincuentes; quedas a expensas de que hoy pudiste regresar a tu hogar y mañana quién sabe si eso sucederá”.
Mantas y consignas
Mientras el contingente de “La marcha por la paz” se trasladaba de Ciudad Universitaria al Zócalo capitalino, a los pies del Palacio de Bellas Artes y frente al Banco de México, se efectuaba el taller “Mantas y consignas” que fue organizado por “El Fisgón”, caricaturista del periódico “La jornada”, así como por otros “moneros”.
Sobre la banqueta oriente de la explanada que está frente a Bellas Artes se colocó un tablón en el que estaban dibujadas las caricaturas del Presidente Felipe Calderón engullendo al pueblo de México. Aunado a esto se colocó una mesa en la que se recolectaron firmas para presentar una demanda, ante autoridades internacionales, que exija juicio político al Ejecutivo de México.
Decenas de activistas ocuparon las cartulinas y pinturas con las que cada manifestante expresó su sentir ante la violencia que se vive en el país. Pocos minutos después de las once de la mañana, “El Fisgón” inauguró formalmente el taller “de mantas y consignas” seguido de un cúmulo de información que le puede quitar el sueño a cualquiera.
Primeramente dijo que así como las personas se vuelven narcodependientes, las economías de los países enfrentan el mismo riesgo y apuntó que él cree que la mexicana no es la excepción. “La Organización de la Naciones Unidas (ONU) estima que en el mundo se lavan 320 mil millones de dólares provenientes del narcotráfico y la delincuencia organizada, se calcula que en México se mueven entre 25 y 40 mil millones de dólares provenientes de ese mismo origen, por lo tanto es claro que nuestro país está inmerso en las lógicas del hampa internacional”, apuntó “El Fisgón”.
Subrayó que este lavado de dinero solo es posible con la existencia de redes políticas que protegen a la delincuencia organizada; si hay complicidades y no hay medidas para contener el dinero del narcotráfico, la delincuencia podrá seguir comprando armas y sicarios.
Lo lógico sería que si se pretende acabar con el narcotráfico, el Gobierno implementaría acciones para congelar estos recursos, sin embargo el caricaturista de “La Jornada” explicó que esto no sería así porque entonces se pondría en riesgo una parte importante de la economía nacional.
“La guerra contra el narcotráfico es muy barata para la economía y muy cara para la sociedad. Es muy cara porque cuesta mucha sangre y vidas civiles, muy barata porque el dinero proveniente de los ilícitos la nutre y fortalece”, explicó “El Fisgón”.
¡Necesitamos una revolución de conciencias para parar esta cosa!, subrayó. Si en otros países del mundo, como Estados Unidos, ya es legal el consumo de la mariguana, en México debemos hacer lo mismo, de manera gradual. Seguido de esto, “tenemos que hacer un boicot al producto; si tú consumes alguna droga, por muy leve que ésta sea, deja de hacerlo, eso cuesta muchas vidas”, recalcó.
Mientras el organizador del taller “Mantas y consignas” terminaba su discurso, los participantes continuaban plasmando con pintura roja formas asimétricas que asemejaban manchas de sangre. No obstante, hay que destacar que eso solo ocurría en la banqueta y alrededores muy próximos a Bellas Artes, pues inclusive ni en la Alameda o el Hemiciclo a Juárez habían simpatizantes. Quizá era porque muchos ya estaban en el Zócalo o tal vez porque como a muchos otros, el suceso simplemente no interesó y hasta causó desprecio.
Como pájaros en el alambre
Eran las 16:30 horas y el sol ya había caminado 210 minutos sobre el horizonte, por lo que pegaba de lleno a la parte frontal del edificio del Banco de México. Debido a que se ignoraba la posición del “contingente por la paz”, Brake Over se postró en un poste que está entre las calles de 5 de mayo y Franciso I Madero.
Primeramente fuimos acompañados por un grupo de 10 o 12 religiosas pertenecientes a la Conferencia de Superiores Mayores Religiosos de México (CIRM). Más tarde, las fieles creyentes se mudaron al interior del Zócalo y fue entonces cuando se decidió subirse a la base del poste para tener el mejor ángulo cuando llegara Javier Sicilia. En ese entonces eran aproximadamente las 13 horas, desde ese punto observamos que a pesar de que todas las personas congregadas en ese lugar estaban por una sola causa, las ideologías eran tan variadas como las personas mismas.
Grupos de estudiantes de la UNAM apoyaban la causa en los megáfonos; el comité representativo del Instituto Politécnico Nacional también se hizo presente anunciando el 75 aniversario de su fundación. Desde Ciudad Universitaria y en el Centro de la Ciudad de México, se hicieron presentes miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, (a quienes no les escuchamos consigna alguna); de igual forma habían varias banderas con los colores del arcoíris que eran portadas por miembros de la comunidad gay; inclusive hasta los pelos erizados de un punketa se dejaron ver en el eje central, “Lázaro Cárdenas”.
La “armonía” fue irrumpida cuando un megáfono anunció la presencia de militantes del Partido Verde Ecologista a quienes los manifestantes callaron con un: ¡fuera, fuera partidos no!
“Ahí vienen, bajen las mantas y quiten las palomas”, dijo doña Ernestina, - la señora que venía desde Ecatepec y que nos hizo compañía durante al menos dos horas arriba del poste citado -; Javier Sicilia se acercaba y los del taller “Mantas y consignas” pedían un fuerte aplauso.
Fue frustrante que de nada sirvió estar tanto tiempo arriba del poste y bajo los azotes del sol, pues junto con la comitiva venían varios grupos de personas que traían grandes mantas y unas enormes palomas hechas con papel periódico que obstaculizaban la vista y mataban cualquier toma.
Brake Over se sintió como el cazador al que se le va la presa y ahora tenía que correr tras de ella, pues apenas nos despedimos de la señora Ernestina y aceleramos la marcha para alcanzar el contingente. A Javier se le vio en varias ocasiones, a su paso sobre la calle de 5 de mayo ya le esperaban multitudes que le coreaban: “no estás solo, no estás solo”. Entre esas personas a alguien se le escuchó decir: “deberíamos decir no estamos solos, pues no se trata sólo de él”.
Fin de la travesía
En la plancha del Zócalo, justo en la esquina en la que conviven la Iglesia y el Estado, se colocó un templete en el que fueron narrados los testimonios de poco más de 70 personas que expresaron su sentir ante el pueblo de México.
Estas historias tristes, - dicho con mucho respeto -, fueron la antesala de la llegada de Javier Sicilia. De estos casos nos llamó la atención las declaraciones de la madre de Brenda Quevedo Cruz, quien es presunta implicada en el secuestro-homicidio de Hugo Alberto Wallace. La mamá de la presunta delincuente aseguró que todo fue un acto orquestado por Isabel Miranda de Wallace, Felipe Calderón y la PGR. “¡No Isabel, te lo voy a decir en tu cara!”, dijo.
Terminados los testimonios se recordó a los infantes muertos en la guardería ABC, cuando la oradora mencionaba el nombre de cada niño acaecido la multitud respondía: ¡No debió morir!, ¡No debió morir!
Con esta consigna fue con lo que Javier Sicilia comenzó su discurso, “No debió morir”; sin mucho preámbulo mandó a decir a través de los micrófonos y medios de comunicación que la señal que Felipe Calderón podía mandar como muestra de que estaba escuchando al pueblo de México era con el despido del Secretario de Seguridad Pública, Género García Luna.
Ante tal declaración, los manifestantes presentes emitieron la más alta de sus ovaciones seguido del ya escuchado “muera Calderón, muera Calderón”. Ante esta consigna Javier Sicilia dijo: “que no muera, ni una muerte más, nada más que renuncie”.
Seguido de esto comenzó su discurso que fue escrito con los rigores de la poesía: “hemos llegado a la esquina dónde los antiguos mexicanos vieron por primera vez el lago, la serpiente y el nopal; esquina dónde la Iglesia y el Estado se asientan sobre los basamentos de un pasado rico en enseñanzas; hemos llegado aquí para hacer visibles las raíces de nuestra nación; porque su desnudez que acompaña la desnudez de la palabra que es el silencio y la dolorosa desnudez de nuestros muertos nos ayuden a alumbrar el camino…
Dicho esto sentenció: “Si las cosas no cambian, para las próximas elecciones presidenciales del 2012 vamos a tener que elegir entre un poder fáctico y un cártel de la droga”.
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