Todo lo que entra por la cavidad oral repercute directamente en tu salud y el cepillo de dientes no es la excepción.
¿Lavarías tu flamante automóvil con una jerga sucia y percudida? ¿Asearías tus bolsas de mano con una pañoleta llena de polvo y residuos de origen desconocido? La respuesta es obvia y en ese mismo orden de ideas hay que tener la misma pulcritud con el cepillo de dientes.
Por muy higiénico y limpio que luzca tu baño, en él se albergan un sinnúmero de colonias de gérmenes y bacterias que sobreviven y se reproducen con facilidad gracias a la humedad que se concentra ahí. Esta microfauna de bichos invade todo lo que se encuentra a su paso, entre otras cosas a tu cepillo de dientes, por lo que si no lo cuidas y mantienes aseado, estarás restregando virus y bacterias en tu lengua, paladar y en cada una de las piezas dentales.
“Un cepillo dental contaminado puede ser el origen de la gingivitis u otras enfermedades de las encías y para evitar esto basta con atender ocho recomendaciones muy simples de seguir”, comentó a BRAKE OVER la especialista Tere Mujica de la clínica Odontotal.
Las ocho inolvidables
NUNCA DEBES DE COMPARTIR TU CEPILLO DE DIENTES: Si lo haces incrementas el riesgo de infecciones, pues los gérmenes y bacterias se transfieren fácil y rápidamente de un miembro de la familia a otro. Hay que enfatizar esta medida de precaución si hay algún familiar con enfermedades infecciosas o que estén afectadas en su sistema inmunológico.
EVITA EL CONTACTO ENTRE LOS CEPILLOS DE DIENTES: Muchas familias guardan juntos los cepillos de dientes, - por ejemplo: en un solo vaso o dentro del gabinete, etc. -, esto provoca contaminación bacterial cruzada y los gérmenes de un miembro de la familia pueden contaminar a cualquier otro.
MANTEN TU CEPILLO DE DIENTES LEJOS DEL INODORO: Cada vez que le jalas a la palanca en el ambiente circulan miles de microgotas de agua contaminada, las cuales permean la superficie de todos los objetos que se encuentran alrededor del escusado. Los especialistas recomiendan que haya una distancia mínima de dos metros entre el cepillo de dientes y el WC.
GUARDA TU CEPILLO DE DIENTES EN POSICIÓN VERTICAL: Esto quiere decir que las cerdas deben estar hacia arriba y en un área ventilada, pues esto hace que se escurra el exceso de agua y que la herramienta de aseo permanezca seca y limpia.
ENGUAJA CUIDADOSA Y ABUNDANTEMENTE TÚ CEPILLO CON AGUA CORRIENTE DESPUES DE UTILIZARLO: No es necesario sumergirlo en enjuagues bucales o soluciones desinfectantes. Menos si lo vas a hacer junto con el cepillo de tus familiares, ya que esto puede contribuir a la contaminación cruzada.
UTILIZA UN ESTUCHE PARA TU CEPILLO DE DIENTES: De esta manera lo protegerás de salpicaduras de agua, contacto con la piel o con otras sustancias como jabón para manos, enjuagues bucales, entre otros.
REEMPLAZA TU CEPILLO DE DIENTES REGULARMENTE: Cámbialo cada 3 o 4 meses o cuando las cerdas estén dañadas o deformadas, lo que ocurra primero.
NO UTILIZES TU CEPILLO DE DIENTES PARA LAVAR OTRAS COSAS. Si usas aparatos ortopédicos bucales (paladares, guardas, mantenedores de espacio, etc.), no utilices tu cepillo de dientes para lavarlos, esto puede provocar malos olores en el mismo.
Dudas, emergencias y consultas con:
Dra. Ma. Teresa Mujica Amaya matere58@odontotal.com.mx
Dra. Susana B. Varela Almanza susanavarela@odontotal.com.mx
Dr. Luis Fernando Pérez Garza luisperez58@odontotal.com.mx
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