A pesar de que varios científicos han estimado que el valor de cada hectárea de manglar es muy superior a los costos estimados por las autoridades mexicanas y que depredarlo representa impactos económicos, sociales y ambientales, la depredación de este ecosistema avanza, como lo reportó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en 2009.
La ASF explica que mientras la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) ha establecido un valor de $37,500 dólares por hectárea de manglar, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cobró solamente $3,415 dólares por hectárea por compensación de la destrucción de mangle.
Diversos autores e instituciones han establecido el valor económico de los manglares, especialmente por el servicio que presta a las pesquerías y han encontrado que su valor va de $9,990 a $37,500 dólares por hectárea por año.
Sin embargo, la Semarnat ha hecho caso omiso de la información científica y solamente cobra un monto de $3,404 dólares/hectárea por compensación cuando algún proyecto destruye manglar debido a que únicamente contempla el costo de la planta, los gastos para replantarla o por restauración. La ASF determinó que en el 2009 la Semarnat únicamente cobró nueve por ciento del valor real del manglar que fue destruido y que solamente serviría para solventar 33 días de la actividad pesquera anual que se perdería con la destrucción del manglar.
De acuerdo con la ASF solamente en el 2009 la Semarnat otorgó 62 autorizaciones a proyectos que impactarían el ecosistema de manglar y determinó que la ausencia de una estrategia específica para la conservación de los ecosistemas de manglar y su biodiversidad, ha tenido como consecuencia una pérdida de 111,949.0 hectáreas entre 2005 y 2009. Lo cual equivale a $4,198 millones de dólares en servicios ambientales perdidos anualmente.
Por otro lado, la ASF determinó en el caso del proyecto del Parque Bicentenario que la Semarnat pagó la cantidad de $5,000 pesos por cada arbolito que compró. Es decir, los arbolitos de un parque urbano valen 12 veces más para la Semarnat que un ecosistema de manglar bien conservado que brinda decenas de servicios ambientales al país.
Con el precio que la Semarnat cobra por hectárea de manglar destruido, sólo alcanzaría para plantar 7.7 arbolitos de los que la Secretaría adquirió para el Parque Bicentenario, es decir que sólo se podría plantar un árbol cada 1,300 metros cuadrados. Además nunca consideran el valor de la productividad por año que brinda el manglar, la cual no se recupera una vez que se destruye.
No proteger el manglar significa repetir el desastre que hoy es la Riviera Maya, donde las playas están siendo erosionadas debido a la construcción de hoteles y desarrollos turísticos encima de dunas costeras y manglares. Cuando el manglar se pierde, perdemos todos: los habitantes de las costas, el sector turístico, los ecosistemas marinos y la sociedad en general.
Fuente: Greenpeace
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