Durante las Jornadas de Trabajo para la Certificación y Recertificación de las dependencias y entidades del gobierno de Puebla en el MEG:2003, la funcionaria federal agregó que en el diario acontecer de la vida laboral de las mujeres, aún es posible identificar prácticas discriminatorias como salarios desiguales por el mismo trabajo, discriminación con base en roles y estereotipos de género, barreras institucionales para ocupar cargos directivos, falta de programas para la conciliación entre la vida familiar y laboral, entre otras.
Aunado a ello, dijo, el hostigamiento y acoso laboral y sexual son problemáticas que deterioran la productividad, así como la salud física y mental de las mujeres, por eso es muy importante la decisión de que se incorpore en diversas dependencias, organismos y entidades el Modelo de Equidad de Género (MEG), impulsado por el INMUJERES.
Con la adopción del MEG, explicó, se pone en marcha una herramienta que busca mejorar las condiciones laborales desde una visión de género, esto es, tomando como base las diferencias entre mujeres y hombres para atender sus necesidades y situaciones particulares.
Además, señaló, contribuye a la conciliación de los ámbitos laboral y personal, con políticas como las licencias de paternidad para dar la oportunidad a los hombres de destinar tiempo al cuidado de las hijas e hijos, así como promover ambientes libres de discriminación, hostigamiento y acoso sexual laboral con el establecimiento de mecanismos de atención y denuncia.
La secretaria ejecutiva del INMUJERES manifestó que las experiencias de diversas organizaciones para incorporar la perspectiva de género han logrado beneficios como la disminución en la segregación ocupacional, incremento de la productividad, desarrollo y crecimiento profesional y la retención de talentos formados en la organización, además de mejorar el clima laboral y dar sentido de pertenencia del personal con la institución.
El MEG apoya el proceso de incorporación de políticas de equidad de género en empresas privadas, instituciones públicas y organismos de la sociedad civil, dirigidas a promover la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en el acceso al empleo, remuneraciones equitativas, capacitación, desarrollo profesional y participación en la toma de decisiones.
También, permitió a las organizaciones generar procedimientos para corregir, prevenir o mejorar las condiciones de trabajo. Las empresas aprendieron cómo diagnosticar la situación que guarda la equidad de género; cómo mejorarla; generar condiciones de mayor equidad, estabilidad y un mejor ambiente de trabajo y promover una cultura de igualdad de oportunidades y de respeto a las diferencias.
En total, de 2003 a 2010, 540 organizaciones han recibido esta certificación, con lo que se ha beneficiado de manera directa a más de 500 mil trabajadoras y trabajadores en todo el país.
El Modelo de Equidad de Género (MEG) está dirigido al sector público, privado y a organismos sociales, para que incorporen la perspectiva de género en sus políticas internas e instrumenten acciones afirmativas a favor de su personal; que conduzcan a corto y mediano plazo el establecimiento de condiciones para mujeres y hombres en sus espacios de trabajo encaminadas a promover la igualdad de oportunidades, acceso al empleo, remuneraciones equitativas, capacitación, desarrollo profesional y participación en la toma de decisiones.
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