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viernes, 20 de mayo de 2011

Hoy se vive mejor que hace una década, afirma el subsecretario Gerardo Rodríguez

El gobierno ha aportado estabilidad para crecer, 
dice; critica costo fiscal de subsidios a gasolinas


El desempeño de la economía mexicana en los últimos años ha sido claramente insuficiente para revertir los rezagos en el bienestar de la mayoría de la población. No hay otra fórmula para avanzar en este sentido que generar crecimiento, dice Gerardo Rodríguez Regordosa, subsecretario de Hacienda y Crédito Público. Cita un aumento en el número de familias que dispone de auto, refrigerador, televisor o computadoras para asegurar que por donde se le vea hoy los mexicanos viven mejor que hace una década.
Rodríguez Regordosa, subsecretario de Hacienda desde enero de este año, considera que hay condiciones para que la economía retome un ritmo de crecimiento vigoroso, después del tropiezo que significó la crisis de 2008 y 2009. Tanto los componentes de la demanda externa, las exportaciones, como los relacionados con el consumo y la inversión interna están jalando bastante, dice en una entrevista con La Jornada. Esta situación lo lleva a sostener que, en adelante, la economía mexicana tendrá un crecimiento más equilibrado entre las exportaciones y el mercado interno.
Asegura que el gobierno ha cumplido con lo que, considera, debe ser su aportación al crecimiento económico: generar condiciones de estabilidad. Es hora, dice, de que el sector privado invierta y arriesgue.
El gobierno ha cumplido con una parte muy importante, la que le toca, que es generar condiciones de certidumbre, estabilidad, baja inflación, bajas tasas de interés. Se tiene que detonar ahora más inversión por el sector privado para que podamos ver un mayor dinamismo en el crecimiento económico.

Mejora posición competitiva

Hay varias cosas que están pasando al mismo tiempo, dice Rodríguez Regordosa, poblano y economista por la Universidad de las Américas, para referirse al entorno de la economía mexicana.
En el frente externo, apunta, la posición competitiva de México frente a otros exportadores de productos manufacturados, en particular China, viene mejorando. Esto obedece a un incremento en el costo de la mano de obra en el país asiático, que crece de manera más acelerada que en México. A la vez, su moneda se ha apreciado desde hace tiempo. El mayor precio de los energéticos –que encarece el traslado de mercancías– ha vuelto más relevante la posición geográfica de México de entrada al mercado de Estados Unidos. Ello ha elevado la participación de los productos mexicanos en el total de importaciones en la economía estadunidense, dice.
Al mismo tiempo, Estados Unidos ha fortalecido su posición como productor y exportador de manufacturas, que es precisamente donde se genera la mayor relación entre las economías estadunidense y mexicana. El simple hecho de que allá aumente la producción industrial demanda más productos mexicanos y ello impulsa a la economía nacional.
El otro componente de la economía mexicana, el mercado interno, también ha ido mejorando después de la recesión de 2009, tanto en la parte de consumo como en la de inversión, asegura Rodríguez Regordosa. Se han recuperado de manera importante, si bien con un rezago, apunta. Hay condiciones para que el crecimiento económico que se dio en 2010 (de 5 por ciento) se replique en 2011 y 2012. Que esos años marquen una buena racha de crecimiento para la economía mexicana.

        Sobre el subsidio al precio de la gasolina. ¿Cuál es la política de la Secretaría de Hacienda?
Gasolinazo de El Fisgón / La Jornada
        El gobierno históricamente ha establecido precios de gasolina con un desliz ordenado. Con la subida tan abrupta que se dio en los precios del petróleo resultó que los precios internacionales se fueron por encima de los precios locales y entonces se dio esta condición del subsidio que no es idóneo desde el punto de vista fiscal. Sin embargo, creemos que estamos con la política adecuada actualmente, dada la realidad. Quitar el subsidio implicaría un brinco al precio de las gasolinas, en algunos casos cerca de 20 por ciento, con el efecto que eso tendría en la estructura de costos y posiblemente un efecto inflacionario no deseable. Tampoco es deseable mantener o incrementar el subsidio de la gasolina y por eso esta solución intermedia, en la que avanzamos en la dirección que se mueven los precios internacionales. Es lo adecuado porque disminuye las fluctuaciones y el efecto en la población del incremento en los precios internacionales.
        Si no existiera el subsidio y hoy el precio fuera de 9 pesos por litro de gasolina, ¿el precio real tendría que ser de 11 pesos?
        O de 12 pesos.
       ¿La política es seguir con ese ajuste mensual de ocho centavos?
       Por lo pronto. Esa es la política que ha establecido la Secretaría de Hacienda.
        Menciona que hay mejores condiciones para el crecimiento económico. Pero hay efectos de la crisis de 2009 que no han sido superados. ¿Cuáles son para usted las consecuencias de esa crisis en los que falta por avanzar?
        Si uno analiza los indicadores que tienen que ver con la confianza de productores y consumidores, que a su vez inciden en el consumo de bienes durables, si bien han repuntado de forma importante pareciera que hay todavía espacio para que mejoren más. Es natural que en un escenario de crisis y con crisis tan generalizada como se dio en 2008 y 2009 las noticias que estuvieron dominando por mucho tiempo fueron las relacionados con los aspectos negativos y todo esto incide en estos indicadores y lleva tiempo el que se puedan recuperar.

Tal vez otro aspecto, que fue de los últimos que ya se pudo finalmente reconstituir, fue la cadena de financiamiento es en el sector de la vivienda. El sector venía experimentando ya algunas dificultades antes de la crisis y todo lo que pasó con algunos intermediarios financieros no bancarios provocó estos desajustes en las distintas etapas de la cadena de financiamiento. Yo diría que está de regreso y bien constituida esta cadena y mucho más sólida que antes

        Suele haber una percepción, aunque Usted ofrece datos puntuales, de que el discurso gubernamental es demasiado optimista frente a una realidad que es más compleja. ¿De qué manera se van a ir solucionando temas como el rezago salarial, el nivel de empleo y la calidad de empleo?. Pareciera que nuevamente la economía va empujando fuerte pero no se refleja en la situación de las personas.
       Sin duda no hay ninguna otra solución, ni ninguna otra fórmula, más que crecer más y más rápido y generar mejores condiciones para que el sector privado invierta, genere empleos y crecimiento, productividad, es decir, bienestar. No hay ninguna fórmula distinta.

Añade: Se han generado condiciones para crecer, que esa es responsabilidad casi única del gobierno, de generar condiciones de estabilidad y certidumbre para que se pueda dar todo eso. Y en esa parte se ha cumplido a lo largo de los últimos años. Obviamente no es suficiente. La forma en que vamos a crecer más es invirtiendo más. Hay algo de inversión pública pero es predominantemente el sector privado el que invierte, arriesga, genera empleos, detona crecimiento, genera mayor productividad. Creemos que estamos bien encaminados en esa dirección.

En este punto el subsecretario asegura que sí hay un avance muy importante, por donde se le busque, a los indicadores de bienestar de la población. Menciona que menos viviendas tienen piso de tierra; más familias se han hecho de bienes de consumo durable, como refrigeradores, lavadoras, televisores o computadoras. Todo eso, afirma, apunta claramente a una mejora generalizada del bienestar de la gente. Claramente ha sido insuficiente. Hacía mucho que no había un periodo tan largo de estabilidad con crecimiento. El crecimiento ha sido por debajo de lo necesario, eso es cierto, pero el resultado de todo este periodo largo son indicadores de este tipo.

Sostiene: Si se compara 2000 con 2010 en todos estos indicadores es muy marcada la mejora que existe, hay evidencia clara de que la gente en México está viviendo mejor. Es insuficiente porque sabemos todos que el potencial de crecimiento es mayor. Es insuficiente también porque puede existir esta percepción de que la gente debería estar mejor y eso es bueno, porque una vez que la gente obtiene mejoras es natural aspirar a más y seguir mejorando.

        ¿Se desprende entonces que ha faltado un poco más de inversión del sector privado, que se han generado condiciones que no han sido correspondidas de manera proporcional por parte de ese sector?
        No diría necesariamente eso. Yo haría esa afirmación más bien hacia adelante. No hay otra forma de crecer más rápido que con más inversión. Existen las condiciones propicias, idóneas, para que pudiera haber más inversión. El gobierno ha ido incrementando la inversión, en infraestructura en particular, hasta cinco puntos del PIB, arriba de 3.3 por ciento en promedio de la OCDE. Se tiene que detonar más inversión por parte del sector privado para que podamos ver un mayor dinamismo en el crecimiento económico.

Fuente: La Jornada / Roberto González Amador

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