Es importante contextualizar que la fuerte competencia en la costa del Pacífico mexicano obliga a desarrollar un producto diferenciado con base a infraestructura, servicios y oferta turística de calidad por lo que el gobierno que encabeza Leonel Godoy Rangel ha apoyado a los paradores turísticos como desarrollo y crecimiento para las comunidades indígenas,
Para él la prioridad en materia turística debe partir de las capacidades de la población local, y de esta forma el turismo será realmente detonante y eje de un desarrollo humano y sustentable.
Bajo ese esquema, el plan regional para el desarrollo turístico integral de la costa de Michoacán, la Secretaría Estatal de Turismo en coordinación con la Comisión Nacional para el desarrollo de los pueblos indígenas a lo largo de la actual administración, ha realizado una inversión por el orden de los 3 millones 500 mil pesos para completar el equipamiento de los paradores turísticos de la Costa, adquiriendo nuevo mobiliario, enseres de cocina y blancos, lo que ha permitido que operen en mejores condiciones.
Los paradores turísticos constituyen una de las más novedosas opciones de impulso al turismo de naturaleza, como parte de la estrategia de diversificación y especialización de los productos turísticos y en ese contexto, las comunidades rurales de la costa michoacana se han visto directamente beneficiadas con este programa.
Características de los paradores turísticos

Su estructura rescata la tipología arquitectónica tradicional de la región y se trata de palapas para hospedar a quienes deseen utilizar bolsas de dormir, hamacas o tiendas de campaña, en cabañas individuales de gran calidad o en espacios comunitarios.
Dependiendo de la localidad, cuentan con cabañas con capacidad de 1 a 12 personas, albergues hasta para 40 personas, restaurante, módulo de servicios sanitarios, pórtico y caseta de vigilancia, tienda y caseta telefónica.
A nivel mundial, los destinos de sol y playa continúan siendo la primera opción que se elige para vacacionar y en el caso de Michoacán, la oferta se diversifica para todos los presupuestos y edades al ofrecer entre sus diversos atractivos naturales de sol y la playa, el snorkel, buceo, surfing, paseos en lancha por playas y esteros, pesca deportiva, observación de flora y fauna, y los tours ecológicos y culturales además de la venta de artesanía de las comunidades indígenas.
Adicional a esto, uno de los principales atractivos con los que ahora cuenta la costa de Michoacán es el andador de 820 metros lineales que se ha convertido en un espacio de esparcimiento y atractivo turístico, la creación del Malecón del Río Balsas, en el cual el Gobierno del estado invirtió el año pasado más de 28 millones de pesos.
Con esta obra se benefició a más de 76 mil 500 habitantes de Lázaro Cárdenas, así como a los turistas que viajan a la costa michoacana ya que estas obras se sumaron a los atractivos que Lázaro Cárdenas ofrece al visitante.
La Costa Michoacana cuenta con tres elementos fundamentales para el desarrollo turístico exitoso: un gran potencial turístico, buenos accesos y un mercado potencial atractivo.

Los paradores de la comunidad indígena que se encuentran a lo largo de la Costa Michoacana son La Ticla, Ixtapilla, Colola, Maruata, Zapote de Tizupan, Faro de Bucerías y Palma Sola, y en el caso del parador la Manzanillera, dejó de ser propiedad comunal y se convirtió en un proyecto familiar que continúa operando para el servicio de los visitantes.
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