El
Estado Mexicano realiza por primera vez, por conducto del Instituto Nacional de
las Mujeres y del Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas, la traducción a
dialectos de dos importantes instrumentos internacionales en materia de género
y derechos humanos de las mujeres: la CEDAW y la Convención Belém do Pará.
En
el marco del Taller de traducción a 13 lenguas indígenas de la Convención sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y
de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Belém do Pará), la directora general adjunta de
Asuntos Internacionales del INMUJERES, Norma Angélica Contreras Félix, explicó
que con esta traducción se abona al trabajo para que todas las niñas y mujeres
en México conozcan sus derechos, los cuales están consagrados en ambos
instrumentos internacionales y para que puedan exigir su cabal cumplimiento.
En
la ciudad de Oaxaca, la funcionaria federal señaló que se trata de valiosas
herramientas para garantizar a las mujeres y a las niñas sus derechos
económicos, sociales, civiles y culturales en todas las esferas, pero
especialmente para garantizar su derecho a una vida libre de violencia.
“Nuestro
país ha sido exhortado por el Comité de Vigilancia de la CEDAW a difundir
ampliamente sus contenidos a toda la población y este año nos sumamos, con la
difusión en lenguas indígenas de la Convención de Belém do Pará, a las
actividades conmemorativas del 85 aniversario de la Comisión Interamericana de
Mujeres de la Organización de los Estados Americanos”, subrayó Contreras Félix.
La
CEDAW, indicó, es un referente y un marco de acción para los esfuerzos
dirigidos al logro del ejercicio pleno de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de las mujeres mexicanas, y por su contenido y trascendencia es
considerada como la Carta Internacional de los Derechos Humanos de las Mujeres.
Este
instrumento internacional promueve la eliminación de todas las formas de
discriminación contra las mujeres. El Estado mexicano lo ratificó en 1981 y con
ello se obligó a llevar a cabo todas las medidas necesarias para lograrlo.
En
tanto, la Convención Belém do Pará es un instrumento que lucha por la
eliminación del grave problema de la violencia contra las mujeres y las niñas;
aborda la violencia intrafamiliar desde una perspectiva de respeto a los
derechos humanos y reconoce que la violencia contra las mujeres constituye una
violación a éstos y a las libertades fundamentales. Le impone al Estado
mexicano la obligación de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
las mujeres, particularmente las indígenas.
Ambos
instrumentos internacionales se traducen a las siguientes lenguas indígenas:
mam del Soconusco; maya; mazahua de oriente; mexicano de Guerro; mixteco del
oeste alto; náhuatl de la Huasteca; náhuatl de la sierra noroeste de Puebla;
otomí del Valle del Mezquital; purépecha; tarahumara del norte; tseltal;
tsotsil; y zapoteco de la planicie costera.
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