En su gobierno, el salario creció 60% sin que aumentara la inflación, compara el ex presidente
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó en este puerto que es posible el crecimiento económico en un país, y al mismo tiempo lograr que la riqueza se distribuya.
“Gobernar no es difícil si se hace lo que es obvio”, dijo a participantes de la 74 Convención bancaria que concluyó este viernes en la zona Diamante, en la que Lula insistió en que México y Brasil deben emprender mayores alianzas políticas, culturales y comerciales.
Manifestó que “México debe aprender de Brasil y Brasil de México, debemos vernos como aliados”. Señaló que el crecimiento económico de un país tiene sentido si la sociedad mejora su calidad de vida.
Detalló que en ocho años, entre 2003 y 2011, el salario mínimo en Brasil creció 60 por ciento y la inflación se mantuvo controlada.
Dijo a banqueros que no deben tener miedo de “prestar dinero a los pobres, es mejor que hacerlo con un rico que no lo devuelve”, y especificó que en Brasil, en ocho años, el número de personas con cuentas bancarias aumentó de 20 a 115 millones.
“Yo prefiero que los bancos ganen dinero a que tengan perjuicios, pues el Estado es el que va a pagar”, y especificó que de 2003 a 2008, el dinero para créditos aumentó de 200 mil millones a un billón 700 mil dólares.
El brasileño recordó que cuando inició su mandato se propuso regresar a su misma casa, a 600 metros del sindicato que lo proyectó a la vida política, “así que no me podía equivocar; un obrero metalúrgico no podría jamás volver a postularse”.
Relató que fueron dos tabús los que rompió como mandatario de Brasil: el de la imposibilidad de incrementar salarios sin aumentar inflación, y el de la incompatibilidad del crecimiento con el fortalecimiento del mercado interno.
“En Brasil teníamos complejo de inferioridad, lo tenemos en toda América Latina”, y llamó a desarrollar la “autoestima” de los pueblos, pues “si una persona no se respeta a sí misma nadie la va a respetar”. Destacó el régimen de economía mixta bajo el que trabaja la compañía Petrobras, en el que subrayó, el Estado juega el papel de moderador y donde intereses de la nación están por encima de las decisiones.
El mandatario que construyó 126 campus universitarios y 214 escuelas técnicas, recordó que él únicamente cuenta con un “cursito técnico”, y subrayó que “la universidad forma ingenieros, abogados, doctores; el político necesita compromiso con su origen”.
Lula Da Silva bromeó con los asistentes, al externar que “mis adversarios decían que tenía suerte, bueno, si un portero necesita suerte para detener lo goles, también un presidente”.
Fuente: LA JORNADA (Héctor Briseño)
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