La primera hamburguesa artificial, creada en laboratorio con células madre de vaca, será una realidad muy pronto. Mark Post, médico y jefe del departamento de fisiología en la Universidad de Maastricht, Holanda, planea dar a conocer al mundo la carne sintética este otoño, según ha avanzado en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se celebra en Vancouver (Canadá). Lo que el científico tiene entre manos es la producción de tejido muscular en un laboratorio que imite exactamente la carne y pueda sustituirla. El logro científico podría modificar la cría de ganado y la alimentación en todo el mundo y incluso beneficiar al medio ambiente.
El proyecto ha sido financiado por un donante
rico que desea permanecer en el anonimato y que pretende, según el investigador, «ver disminuir el número de
animales de granja sacrificados por su carne y reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero resultantes del ganado». La ganadería contribuye al
calentamiento global con la emisión de metano, un gas de efecto invernadero
veinte veces más potente que el dióxido de carbono (CO2). Post ha recordado que
la producción de carne se duplicará para el año 2050 para satisfacer la demanda
mundial.
La carne producida a partir de células madre
«deberá parecerse exactamente a la que empleamos actualmente para comer; de lo
contrario, será imposible convencer a la gente para que abandonen lo que ya conocen», ha indicado el científico.
Además, la carne creada en laboratorio puede ser controlada para mostrar
ciertas cualidades, como altos niveles de ácidos grasos poliinsaturados (Omega
3), buenos para la salud.
Esta técnica también puede ser utilizada para
producir carne de cualquier animal, ha dicho el investigador, que puso en marcha
el proyecto hace seis años y espera que la carne se produzca a gran escala en
los próximos de diez a veinte años de forma eficiente.
Patrick Brown, profesor de bioquímica en la
Universidad de Stanford en California, se mostró confiado durante la misma
conferencia en el desarrollo de estos productos alternativos que puedan
reemplazar a la carne y los productos lácteos, ya que la ganadería actual, que
no ha cambiado desde hace miles de años, supone «una catástrofe global
permanente» para el medio ambiente.
Las opiniones pulicadas en línea en torno a
este artículo fueron, desde asco por comer algo "producido
artificialmente", indignación por hacer más "antinatural"
nuestra alimentación, o rechazo por "jugar a ser dioses" y reproducir
artificialmente la vida no humana.
Es curioso que esos
lectores-consumidores-de-carne, no sientan el mismo asco al llevarse a la boca
un trozo de cadáver lleno de químicos, colorantes y toxinas. Que no se indignen
por lo antinatural que puede ser criar, repoducir y matar a los animales
destinados a consumo humano, o que se ofendan por esta supuesta imitación de un creador que permite se creen y maten miles
de millones de animales para ser convertidos en comida.
Sin duda esta noticia nos remite a implicaciones
morales que no podemos seguir eludiendo. ¿A dónde somos capaces de llegar con
tal de mantener un placer que hasta ahora ha significado sufrimiento para
otros?
Fuente:
Dra. Leonora Equivel Frías, fundadora de AnimaNaturalis Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario