Busca aquí lo que necesites:

miércoles, 29 de febrero de 2012

El punto de partida: la célula



Entre menos humana sea la respuesta, mayores dificultades y disfunciones se presentarán para su entendimiento y aplicación.
Por: Héctor Ramos
Habitualmente las personas suelen aferrarse al platónico sueño de la belleza y la juventud eterna, sin embargo esta quimera se va desvaneciendo cuando aparece alguna enfermedad y el mal se convierte en un crónico martirio. Dicho sea de paso, es en este momento cuando se valora la salud.
Cualquier padecimiento, - el que sea -, es la expresión aguda y/o crónica de varios grupos de células cuyo funcionamiento natural ha sido alterado por un agente externo, por ejemplo: la ateroesclerosis.
Grosso modo se comenta que quien padece de esta enfermedad está en riesgo de que la sangre deje de correr libremente a lo largo de venas y arterias. Aunado a esto, corazón y/o cerebro son vulnerables a ser atacados por un “objeto sólido”. En ambos casos está reconocido que el problema comenzó en el endotelio, el cual es el tejido celular que recubre las paredes interiores de todos los ductos sanguíneos.
Antes de buscar la solución en sofisticadas cirugías o complejos medicamentos, habrá que entender y observar el natural funcionamiento de las células del tejido endotelial, las cuales están programadas para facilitar el trasporte de la sangre y la oxigenación del cuerpo.
Tal cual lo indican los textos elementales de biología, la célula tiene un ciclo de vida en el que nace, se desarrolla, se reproduce y muere. Si por alguna razón este círculo es interrumpido en alguna de sus fases, la programación natural de la célula es atrofiada y comienza el desarrollo de cualquier enfermedad.
El tabaco y sus contaminantes, la composición química de azúcares y grasas, entre otros elementos, son los que alteran la estructura natural de las células del endotelio, la cuales reaccionan formando la placa ateroesclerótica.
Lo mismo sucede con la célula que se enferma por la radiación del sol y se manifiesta en cáncer de piel; las células de tejido graso que hacen funcionar al cerebro y que al dañarse se manifiestan con Alzheimer o Parkinson; las células del sistema inmunológico que al ser alteradas no forman los soldados suficientes para proteger al cuerpo de enfermedades, entre otros muchos ejemplos.

Sin discapacidad alguna
Más allá de falsas promesas de la juventud o la belleza eterna, el ser humano puede tener acceso a una vida cien por ciento funcional hasta el último segundo de su existencia. Por esta razón, Qualità della vita se da a la tarea de presentar los descubrimientos y aportaciones de investigadores nacionales y a nivel mundial que tengan un franco compromiso con la calidad de vida.
Durante la primera fase del proyecto se presentarán las innovaciones del doctor Umberto Cornelli, decano catedrático en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loyola, Illinois en Estados Unidos y quien también preside a la Sociedad Europea de Nutrición Biológica.
El doctor Cornelli, es experto en el tema de estrés oxidativo, el cual podría entenderse como el terrorista que está en el aire que se respira y en el agua que se ingiere. Hoy día los descubrimientos y aportaciones del especialista brindan una alternativa eficaz para problemas de salud pública como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, influenza, entre muchos otros.
Siendo esta la conclusión de la primera entrega, se anticipa que el próximo miércoles el espacio de Qualità della vita abordará el tema del Estrés oxidativo en el tracto gastrointestinal y su relación en prevención de episodios de influenza, así como de otras enfermedades virales y bacteriológicas.

No hay comentarios: