Una de cada 10 empresas en México ya destina una parte de su presupuesto a la auditoría forense para evitar fraudes y robos internos, comentó Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista.
La auditoría forense permite reducir hasta el 90 por ciento
los riesgos de fraudes internos y el robo hormiga en las
empresas, también logra combatir el lavado de dinero y el
financiamiento de operaciones ilícitas.
“En los últimos cinco años, los fraudes empresariales y el lavado de
dinero aumentaron de 60 a 80%, y en el 87% de los casos estuvo involucrado al
menos un empleado en tales ilícitos”, refirió Manrique.
El incremento del 20% de fraudes empresariales en el último
quinquenio, que pasó de 60 a 80%, es un delito multifactorial: gastar más de lo
que se gana, ludopatía, adicciones prohibidas. “Pero es importante mencionar
que este tipo de ilícito también se presenta cuando la compensación no
corresponde al grado de responsabilidad que el puesto laboral exige, de ahí que
se trate de justicia por propia mano y antes de mencionar que se gasta por
encima de lo que se percibe, aumentan los casos de resentimiento patronal que
inciden en traicionar al empleador”, menciona el Rector.
Asimismo, “El contacto permanente con los proveedores es un factor de alto
riesgo para incidir en la perpetración de un delito que puede limitarse a pasar
la base de datos o clientes e incluso robar patentes, formulas o planes
mercadológicos o reducir inventarios”, dice el jurista.
La alteración de documentos, encubrimiento de ingresos y
endeudamientos ficticios, son prácticas comunes que incrementan el riesgo
de fraudes en las organizaciones, así como la manipulación de contratos,
apertura de cuentas de cheques sin autorización, asignación de bienes
en comodato, adjudicaciones por medio de intermediarios y corrupción
de funcionarios y empleados.
Detectamos que en empresas con gran centralización de funciones y falta de
controles aparecen más riesgos y los empleados con mayor antigüedad son más
proclives a cometer estos delitos, refirió el Rector del Colegio Jurista.
El experto explicó que la auditoría forense interviene cuando se presupone
algún delito, “por lo que investiga, analiza e interpreta la información
financiera de la que se tiene duda, al centrarse en excepciones, rarezas e
irregularidades”.
Los elementos de juicio y evidencia contable constituyen la base
fundamental de un peritaje contable, pues a través de su examen crítico y
sistemático, el perito contable llegará a conclusiones sobre la compatibilidad
y evaluación de evidencias en torno a lo que investiga. En la medida
que disponga de todos los elementos de juicio relacionados con el
peritaje, su opinión tendrá la validez que el caso requiera.
A diferencia de la auditoría financiera, que sólo analiza errores y
omisiones, la auditoría forense considera diversos factores como la
indagación de activos, situaciones de quiebra fraudulentas, análisis de
reclamaciones de seguros y averiguaciones de conflictos de interés.
Finalmente, el experto dijo que la prevención y detección de los fraudes
empresariales es responsabilidad del sistema de administración de las
compañías, que deben implementar mecanismos de contabilidad y control
internos adecuados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario