Ante esto aumenta la economía informal en el país que
ya suma 14 millones de mexicanos o se abre la opción de generar una empresa
familiar que representa el 90% de las empresas privadas en México.
Sin embargo, “la esperanza de vida promedio de las
empresas familiares en nuestro país es de aproximadamente 25 años, cifra que
puede duplicarse si se implementan herramientas referentes a Mejores Prácticas,
que permiten contar con gran cantidad de empresas centenarias como en España”,
comenta Mario Rizo, Socio de Salles Sainz Grant Thornton.
Además de la permanencia en el mercado, detonar la
institucionalización prepara a las empresas “para una sucesión adecuada y a
tiempo, con un plan de continuidad y el establecimiento de reglas del juego”,
especifica el consultor empresarial.
El comenta que el primer paso para iniciar el proceso
de institucionalización es que el fundador acepte la situación en la que su
empresa y familia se encuentran. Posteriormente deberá apoyarse de asesores que
le ayuden a identificar y formalizar los tres círculos de influencia: familia,
propiedad y empresa.
“Al interactuar estos círculos conforman órganos de
gobierno para la empresa, reconocidos específicamente como Asamblea General de
Accionistas, Consejo de Familia y Consejo de Administración”, dice Rizo.
Un paso clave para la familiar es generar la
planeación estratégica familiar, donde definen claramente la visión de la
familia y su relación con la empresa, sus valores, mecanismos de comunicación y resolución de
conflictos, así como reglas y lineamientos de operación, estructuras de gobierno, planes de desarrollo
y sucesión…
Ahora, la trascendencia de la empresa familiar y su
sobrevivencia ante un cambio generacional depende en gran parte del plan de
sucesión, el cual debe definir tiempos adecuados. No muy tarde, cuando el líder
ha perdido energía, ni muy pronto como para dejar al mando a alguien poco
preparado e inclusive inexperto, que pueda ocasionar la caída de la empresa.
Para que la empresa familiar aumente su esperanza de
vida, debe implementar la institucionalización, donde son prioritarias la comunicación, compromiso, responsabilidad y planeación estratégica bien definida, clara y
adecuada que logre guiar la gestión de empresa y permitir, de forma simultánea, la armonía
familiar, comenta Rizo.
De esta forma los “viejos” lograrán fortalece la
población económicamente activa y contribuir al enriquecimiento del país,
finalizó el directivo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario