Groovething es una
coreografía creada por el bailarín de origen vietnamita Van Huynh, por encargo
del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) del INBA, misma que
se presentará hasta el 17 de febrero en el Teatro de la Danza, del Centro
Cultural del Bosque.
Se trata de una propuesta en la que el
movimiento hace referencia a la vida cotidiana y profundiza con sus
movimientos, en la manera en que el ser humano supera las dificultades de la
vida, con la intensión de resaltar aquellos detalles que nos hacen únicos y
unen a las personas entre sí.
Bajo ese planteamiento, desde luego que el
coreógrafo echa mano de un escenario por demás austero, en el que los
intérpretes van creando tanto los movimientos marcados en el diseño de esta
danza, como los ambientes y las sensaciones necesarias para provocar en el
espectador estas ideas.
Cada serie de movimientos creados por Dam Van
Huynh, ponen de manifiesto que han sido inspirados por la vida cotidiana, en
una exploración del cuerpo humano y su relación con el tiempo o el espacio. El
resultado es una serie de ejecuciones dinámicas, que llevan tanto a los
bailarines como al público a experimentar con
las propias capacidades de su cuerpo, en el caso de los primeros o de
sus emociones, en el segundo.
Además, el origen del autor se pone de
manifiesto al percibir de manera evidente pinceladas y rasgos de otras
culturas, orientales y occidentales, en una fusión de tradiciones sin fronteras
preestablecidas y sin privilegiar a una u otra, algo que le otorga al trabajo
escénico un estilo contemporáneo, un perfil globalizado en el mejor de los
sentidos.
Groovething, título en inglés, hace
referencia tanto a la vida cotidiana como a la aspiración de universalidad a la
que aspira el autor de la obra, pues si bien no existe al menos en español una
traducción literal de la palabra, su significado está asociado precisamente a festejos cotidianos o bien, a
situaciones familiares.
Esta noción, lleva al espectador a entender
también el propósito final del autor, que es el goce de la vida y de los
movimientos que integran la propia coreografía, con un sentido que lleva a
evocar momentos llenos de felicidad, en contraposición con otros pasajes con
perfil serio, incluso cargados de melancolía.
Otro aspecto que se hizo evidente en este
estreno, es que los ejecutantes también fueron tocados por las propuestas del
autor, pues si bien las ejecuciones a las que estuvieron expuestos eran
complejas y requerían de fuerza, compartieron con el público el goce al que
llegaron con este trabajo, un elemento que de origen está planteado por el
coreógrafo.
La música, compuesta especialmente para esta
obra, posee pasajes congruentes con las ideas plasmadas en el movimiento, para
dotar así a la coreografía de una emotiva uniformidad, que la hacen aún más
gozosa.
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