Establecido en un hermoso edificio del siglo
XIX, el Museo Nacional de la Máscara es considerado entre los mejores del país
por la rareza y cantidad de su colección, la cual se compone de un millar de
máscaras procedentes de todos los rincones de México.
De acuerdo con María Luisa Vázquez-Bracho
Medina, directora del Museo Nacional de la Máscara, la finalidad de este
recinto es promover la máscara como un producto cultural en México, resaltar su
importancia y trascendencia en la simbología de la cultura mexicana y
universal.
En las cinco salas del museo, el visitante
podrá encontrar magia y tradición que se entremezclan con el ancestral simbolismo
de ritos ya perdidos en el tiempo, y suplantados por nuevos y complejos
sincretismos en los que el mandato del ingenio popular se hace presente en cada
pieza.
Gracias a los más de mil objetos que se
pueden conocer en el Museo Nacional de la Máscara el visitante puede conocer a
las antiguas deidades prehispánicas, al fiero demonio, a los conquistadores; a
santos, ángeles y querubines, y a toda una pléyade de seres fantásticos que
viven en la imaginación de los creadores de las piezas.
En la Sala Victor Moya en donde se exhiben
las exposiciones permanentes –señaló María Luisa Vázquez-Bracho Medina–,
tenemos una pequeña galería de exposiciones temporales donde rotamos nuestro
acervo, aquí se exhiben máscaras e indumentarias de diversas partes de la República
Mexicana, por ejemplo la máscara prehispánica con su respectiva información del
ritual y su danza, máscaras de conquista y relacionadas con diversas
actividades.
En la Sala Centenario, en donde además se
resalta la arquitectura del edificio decimonónico, se exhiben máscaras hechas
con diversos materiales como cera, papel, madera y máscaras muy antiguas.
Dentro de esta sala existe una pequeña galería que llamada Sala Internacional
en donde se exhiben máscaras de diferentes partes del mundo, algunas de éstas
donadas por embajadores o por coleccionistas.
La Sala San Luis Potosí está dedicada a
exhibir máscaras y productos culturales de diversos municipios del estado que
se exhiben temporalmente.
Finalmente en la Sala Contemporánea se
encuentran las exposiciones de diversas temáticas relacionadas con la máscara.
“Es importante decir que la máscara no va
sola o aislada como un objeto artístico sino que forma parte importante de
nuestra cultura y se complementa con la indumentaria, la danza y la música que
le corresponde”, precisó la directora del Museo Nacional de la Máscara.
La máscara como una simplificación ornamental
se convierte en una representación cargada de intenciones y simbolismos,
convertidos en arquetipos que son parte del inconsciente colectivo e individual
y que representa los temores y aspiraciones de una civilización.
Actualmente, el Museo Nacional de la Máscara
exhibe la exposición Deidades en el agave, del artista otomí José Luis Romo
Martín, quien pinta sobre penca de agave y realiza esculturas de bronce.
“Estamos preparando otra exposición en
colaboración con la embajada de Italia en El Bajío sobre el Masquerade,
Carnaval de Venecia, justamente con este fin de albergar la máscara
internacional y sus significados” puntualizó María Luisa Vázquez-Bracho Medina.
El Museo Nacional de la Máscara abre sus puertas los días de domingo a viernes de 10:00 a 18:00 y los días sábado en un horario de 10:00 a 17:00.

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