El
cáncer de ovario conlleva la formación de tumores malignos en estos órganos del
aparato reproductivo femenino y en su inicio no presenta síntomas distintivos,
sino hasta las etapas más avanzadas, explicó Félix Quijano Castro, jefe del
servicio de Cáncer Ginecológico del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional
Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Señaló
que existen cuatro tipos de cáncer de ovario: el germinal, el más frecuente, se
origina de una de las tres clases de células que tiene este órgano y puede
aparecer en diferentes etapas de la vida, aunque es un padecimiento con mayor
recurrencia en mujeres.
El
segundo tipo es el cáncer estromal que aparece en adolescentes o en mujeres
post menopáusicas. Se le considera curable la mayoría de las veces y se origina
de las células ováricas del mismo nombre. El más común y agresivo es el tercer
tipo, el cáncer epitelial, que suele darse durante la peri menopausia; es decir,
alrededor de los 50 años, advirtió.
Y
el cuarto tipo, aquel que no se origina en el ovario, sino que se manifiesta en
éste, habitualmente surge en el tubo digestivo (Tumor de Krukemberg), aunque también
en la mama. Se le conoce como cáncer metastásico, manifestó el oncólogo Quijano
Castro.
Las
manifestaciones tempranas del cáncer ovárico germinal son un tumor palpable o su
hallazgo por ultrasonido o tomografía. Sin embargo, sus síntomas generalmente se
confunden con problemas gastrointestinales que habitualmente no ceden, alertó
el especialista.
Por
ello, cuando el tratamiento no resuelve el problema, es una alerta que lleva a
los médicos familiares del Seguro Social a referir a las pacientes a los
ginecólogos oncólogos, indicó el especialista.
Este
tipo de cáncer se caracteriza por la formación de tumor o tumores en cualquiera
de los dos ovarios por la multiplicación de células, que al alcanzar cierto
tamaño, las expulsan a otros sitios. En el cáncer ovárico, éstas se diseminan
por vía linfática y se siembran dentro del abdomen y órganos vecinos como el
intestino, matriz y trompas uterinas.
El
especialista explicó que otra forma de diseminación, aunque poco común, es a
través de la sangre, provocando metástasis, es decir, tumores originados en el
ovario enfermo que se extienden a otros órganos como hígado, pulmón o incluso
al sistema nervioso y por continuidad a la trompas, útero y endometrio. Esta forma
de propagación tan agresiva limita las posibilidades de tratamiento eficaz.
En
el Instituto Mexicano del Seguro Social, indicó Quijano Castro, la piedra
angular del manejo del cáncer de ovario son cirugía y quimioterapia. La combinación
de éstas permite una mayor posibilidad de curación.
El
tumor germinal es altamente sensible al tratamiento con quimioterapia, la cual
tiene un efecto benéfico que en ocasiones logra acabar con el problema, sostuvo.
En el IMSS un amplio número de niñas y adolescentes con tumores germinales son
sometidas a cirugías para extirpar el tumor y posteriormente tratadas con quimioterapia
para lograr tener curaciones aún en etapas avanzadas.
Incluso,
en casos seleccionados y bajo criterio médico estricto se llevan a cabo
cirugías que permiten conservar útero y ovario contralateral (sano) que permiten
posibles embarazos posteriores al tratamiento. El procedimiento, explicó, se
conoce como cirugía conservadora de ovario y se practica en mujeres en edad
reproductiva para que puedan conservar el potencial de la maternidad.
El
ginecólogo oncólogo aclaró que los tumores estromales no responden bien a la
quimioterapia, pero la cirugía es suficiente para controlarlos porque raramente
se diseminan.
Los
tumores epiteliales que suelen detectarse en las etapas más avanzadas, debido a
la velocidad de crecimiento y diseminación, no son tan sensibles a la
quimioterapia. De acuerdo con Quijano Castro, este tipo de cáncer sólo se le
diagnostica por laparotomía y, en caso de que se trate de un tumor maligno, se
extirpan útero, ovarios, ganglios y otras muestras del abdomen necesarias para detener
el avance del cáncer.
El
especialista aclaró que el manejo del cáncer de ovario siempre implica cirugía
y la gran mayoría de las veces se apoya con quimioterapia.
Aunque
se conocen algunos factores predisponentes que aumentan el riesgo del cáncer de
ovario, el especialista subrayó la gran importancia de una detección oportuna
para un manejo eficaz de esta enfermedad.

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