Durante tiempos electorales, recesivos y de grandes
cambios, las empresas mexicanas se rigen por la ley del más fuerte y las más
lentas para responder a los cambios pierden utilidades, mercado e incluso
desaparecen dice Mario Rizo, Socio de Sallez Sainz Grant Thornton.
“Las crisis periódicas que sufre el sistema económico
mundial conjugadas con
globalización, incremento de la
competitividad, aumento de las exigencias de los clientes, restricciones bancarias y dinamismo de los mercados, hacen que los negocios
vivan periodos de dificultades en los que la supervivencia de las empresas se
rige por la primitiva “ley del más
fuerte”, donde el negocio ganador es
aquel que de manera ágil e inteligente se adapta a los continuos cambios y los
aprovecha para generar nuevos mercados de bienes y servicios”, asevera Rizo.
Según el
experto, es paradójico que cuando la atención se centra en crecimiento o
en temas estratégicos, a los empresarios
se les olvidan las tareas más sencillas y básicas del desempeño. Esto suele
ocurrir en los tiempos electorales, cuando “es imperativo centrarse en lo
esencial e implantar o recuperar la disciplina en la empresa y en las
actividades personales”, dice el experto.
De acuerdo a Rizo, hay 13 fallas comunes en periodos
críticos que van de olvidarse de la razón de ser de la empresa a no controlar
liquidez hasta no escuchar a los
clientes o alejarse del banco y los acreedores. “Los momentos críticos están
marcados por el descontrol y despilfarro, en lugar de optar por mayor
disciplina que genere certidumbre”, refiere el también miembro de diferentes
consejos de administración.
Sin embargo, alerta Rizo, también es posible exagerar
los estándares y ahogar la parte creativa de las corporaciones. Se debe
sostener la compañía en equilibrio para permitir ambientes laborales armoniosos
y rentables.
En el siguiente cuadro aparecen los 13 errores de las empresas
en tiempos electorales y un consejo para implementar adecuadamente una solución
para cada uno de ellos.
1
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Olvidar la razón de ser de la empresa.
Si no existe una meta predeterminada se
perderá el rumbo
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La visión, misión y avalores
deben ser realistas
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2
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Descontrol de la liquidez.
Fuerzas dispersas.
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Evitar la acumulación de
cartera vencida.
Disminuir gastos personales y
familiares.
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3
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No escuchar al cliente.
El es el mejor guía para
detectar fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad
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Evitar largos cuestionarios de
satisfacción.
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4
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Olvidarse del banco y
acreedores.
Son socios de negocio.
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No involucrarlos en todas las
situaciones o problemas empresariales.
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5
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Descontrol de gastos.
Mantener las utilidades implica
recortes.
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Evitar recortar gastos en
marketing y ventas.
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6
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No se revisa la estrategia.
Se mantienen políticas y
acciones pese a los cambios de mercado.
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Si la estrategia es buena debe
mantenerse.
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7
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No se optimiza el pago de
impuestos.
La planeación fiscal es
esencial.
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Nunca dejar de presentar la
declaraciones a tiempo.
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8
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No revisar los planes de
inversión.
Esto puede generar falta de
liquidez.
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Olvidarse de las inversiones no
esenciales y de las que implican cierto grado de ostentación.
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9
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Desatención a las oportunidades
de compra
Las fusiones y adquisiciones
representan buenas oportunidades de crecimiento
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La compra debe ser una buena
oportunidad y ser estratégica
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10
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Ignorar la relación entre
recompensas y resultados
La motivación es esencial en
tiempos de crisis
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Ante la falta de liquidez para
pagar bonos de desempeño, buscar alternativas para pagar el buen trabajo
desempeñado
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11
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No evaluar el tamaño del
negocio
No prescindir del talento
necesario
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Decidir de manera objetiva y no
basado en emociones
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12
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No se emplea la información
disponible
Comparar los resultados con el
sector
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Evitar los reportes largos o
complejos
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13
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No se protege la salud o
patrimonio personal
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No emplear dinero bueno para
solventar el malo
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