La firma
asegura que en las trasnacionales existen procesos claros de cómo y cuándo
implementar algunos cambios corporativos, por lo que las decisiones no se
postergan, pero esto suele ser más común en empresas gubernamentales y
familiares, donde existe mucha burocracia para tomar decisiones de negocio.
La procrastinación es
uno de los asesinos silenciosos de la compañía, dice Alfonso Del Valle,
director de la firma de consultoría que determinó que los principales
factores para no actuar al momento son temor de equivocarse, evitar saltar a los responsables y simple
indiferencia en ese orden.
“En América Latina
existe una creencia muy arraigada de que equivocarse no es tolerable, por lo
que los colaboradores optan por no hacer algo fuera de la rutina para evitar
que les llamen la atención. Es más común que elijan por no hacer que tomar una
decisión. Curiosamente, el postergar acciones y decisiones no caracteriza sólo
al personal operativo sino ejecutivo y directivo. Existe una tendencia a dejar
para después acciones cruciales”, refiere Del Valle.
En términos
generales, en las empresas de gobierno y familiares se valora mucho el respeto
a las jerarquías y se evita herir susceptibilidades con la toma inmediata de
decisiones. “En general, es mal visto que alguien determine qué y cómo hacerlo
sin esperar instrucciones de sus superiores, así que cualquier acción se
consulta a muchos niveles. No actuar así tiene el riesgo de que se visualice a
ese colaborador como alguien muy agresivo y se le coarten oportunidades e
incluso pierda el empleo”, comenta Del Valle.
Entre dos prototipos
de trabajadores, odiosos-eficientes y tontos-encantadores, éstos últimos tienen
mayores oportunidades de obtener mejores oportunidades de carrera y ascensos
porque en general no cuestionan ni se ven como peligrosos, refiere el informe
de Crecimiento Sustentable.
El estudio basado en
emociones en el ambiente laboral y contrastado con prototipos de personal en
las organizaciones, detectó a los “asesinos silenciosos” de las organizaciones.
El primer lugar lo ocupa la procastinación o habilidad de dejar todo para después,
en segundo lugar está la incapacidad de decir
no y en tercero las personas tóxicas que propagan información maliciosa,
son incompetentes o están vinculadas a diversos actos no éticos, como mantener
una relación amorosa inapropiada en la oficina.
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