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martes, 30 de julio de 2013

Ladrones invisibles

Una de cada tres empresas en México presenta fugas de capital por falta de control y descuido en sus operaciones y en el 80% de ellas existe al menos uno de los cinco “ladrones invisibles”: desconocimiento, obesidad, robo hormiga, cabezas huecas y tradición, dice Mario Rizo, Socio de Salles Sainz Grant Thornton.
 Aunque las pérdidas que generan esos delincuentes pueden ser de hasta 38% de las utilidades, paradójicamente “pasan desapercibidos y día a día suman más fugas para las compañías de todo tipo: desde transferencia ilegal de clientes a dinero echado a la basura prácticamente, inercia y pérdida acelerada en la participación de mercado”, dice Rizo.
Los también llamados ladrones miméticos pueden eliminarse mediante medidas sencillas. “ No es necesario realizar grandes cambios o costosas inversiones para conformar una empresa sustentable y financieramente viable, libre de ladrones invisibles. En general basta  Conformar una empresa consciente, considerar riesgos y analizar la información”, aseguró el también autor de “El Sucesor”.
Estos son los ladrones invisibles de las empresas de acuerdo a Mario Rizo:

Desconocimiento.
Es el delincuente aparentemente más inicuo y el que mayor daño puede generar a la empresa. Se aprovecha de que empresarios y directivos no consideran importante recopilar información necesaria que les permita conocer a detalle todas las actividades y funciones realizadas por las diferentes áreas de la empresa, para poder evaluar y mejorar su funcionalidad y la contribución del personal, interactuar con otros departamentos y lograr el impacto económico que esto podría generar a la organización.
“Para contar con información detallada, es fundamental que exista una descripción de puestos, donde se estudian y determinar los requisitos, responsabilidades y condiciones que el puesto exige para ser desempeñado adecuadamente. El conocimiento de las herramientas usadas permite diferenciar entre lo realmente necesario y lo que no se utiliza adecuadamente”, refiere Rizo.
Asimismo, “las evaluaciones periódicas del personal  permitirán determinar si se cuenta con los recursos humanos aptos para los puestos que conforman las diferentes áreas de la organización y  determinar si se requiere de la reestructuración de personal en alguna de las áreas”, dijo el también catedrático universitario.


Obeso
Un ladrón que puede llevar a la bancarrota hasta a la empresa con mayor solidez financiera.
Según el directivo, “existen activos utilizados por el personal como muebles, equipo de cómputo, maquinaria, equipo de transporte, entre otros, que no son necesarios para la realización de las actividades principales de la empresa y que representan una pérdida de recursos e incremento en los gastos de operación, por lo que bien podría prescindirse de ellos”.
Asimismo existen muchos otros activos que “no son explotados al máximo y que representan una subutilización de recursos que podrían reasignarse. Es importante considerar los espacios usados y explotados en los cuales pueden existir inventarios en exceso. Se recomienda realizar una nueva organización de la planta u oficinas para hacer más eficientes  los espacios y los equipos. Incluso en caso de existir espacios sobrantes, éstos podrían ser rentados”.
Obeso es el ladrón que se “come” a la compañía a grandes y acelerados bocados.

Robo hormiga
Es un ladrón que llena sus bolsillos “de poco a poquito”  pero ocasiona pérdidas de entre 30% y 35% en empresas de cualquier tamaño y que pueden mermar hasta en un 10% el inventario de las organizaciones.
El robo hormiga es un delito cometido al interior de las empresas por los propios trabajadores, visitantes o proveedores, lo que dificulta su detección oportuna.
Por eso “es importante fortalecer el control de los inventarios y activos físicos para evitar desvíos de los recursos de su empresa. Para mejorar la seguridad de la empresa y el control de inventarios el consultor de empresas recomienda: instalar cámaras de circuito cerrado, manejar áreas restringidas, contar con políticas de inspección, utilizar sellos de seguridad, manejar perfil de los empleados y tener personal de seguridad en áreas susceptibles al robo.

Cabeza hueca.
Se trata de los delincuentes que no aportan. Pueden tener un gran perfil laboral y muchas competencias pero simplemente limitan lo que otorgan a la compañía.
Según Rizo, “para optimizar el funcionamiento de la empresa, ya sea en el desarrollo de los procesos, el producto o  el servicio, en la reducción de costos o búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento, se podrán obtener ideas de los diferentes miembros del personal. Para lograrlo es necesario propiciar su participación mediante campañas y procedimientos internos que los inviten a opinar, lo que logra además mejorar la motivación al hacerlos sentirse valiosos por ser tomados en cuenta y se incrementa la eficiencia laboral”.
El consultor de empresas dice que algunas sugerencias para fomentar la aportación de ideas son convocar reuniones periódicas (desarrolladas de manera efectiva) para revisar los objetivos, la relación con los clientes, la capacitación continua y preguntar a los diferentes colaboradores sus ideas para mejorar el área en que se desempeñan y la compañía en general.

Tradición.
Es el ladrón que apuesta por la inmovilidad e ignora los cambios en las necesidades y expectativas de mercado. Su disfraz es la tradición pero en realidad es un retrógrada que actúa basado en la comodidad.
“Es importante que la compañía esté preparada ante los constantes cambios del mercado. La innovación va de la mano con el éxito, y puede ser aplicada en toda la empresa, desde el desarrollo de nuevos productos o servicios, la automatización de ciertos procesos para efectos de simplificar las funciones hasta la manera de mantener a sus empleados motivados y satisfechos”, mencionó Rizo.

Encarcelar a los ladrones
Para el socio de Salles Sainz Grant Thornton existen tres maneras de atrapar a los delincuentes invisibles:
Conformar una empresa consciente
La empresa consciente mantiene motivados a sus empleados para que se comprometan a cumplir sus tareas y sobrepasar sus límites, así como evitar que se tenga una mala percepción de los niveles jerárquicos más altos.

Considerar riesgos
No importa si la empresa es nueva en el mercado o  se encuentra posicionada dentro del mismo, es importante que se cuentes con una gestión y control de riesgos eficiente, que se traduce en un beneficio económico importante. Es esencial contar con un seguro para los activos tangibles o los activos:
Las coberturas abarcan desde incendios, desastres naturales, corrosión de tuberías, robos de mercancías, dinero o equipo de cómputo, transporte, entre otros, robo de valores propios, de empleados y clientes, abusos de confianza, fallas en equipo en general, responsabilidad civil de trabajos, entre muchos otros, por lo que se recomienda que se informe al respecto.

Analizar la información

Si bien es cierto que la información fluye en enormes cantidades, es necesario estar al pendiente de ciertos indicadores que te señalarán la situación actual del negocio.

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