Desviar
la mirada ante la violencia, sea de palabra, maltrato físico o emocional sobre
mujeres y niñas, es hacerse cómplice de los agresores, sostuvo Lorena Cruz
Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres. “Necesitamos que se
oiga fuerte y claro: el silencio ante la violencia contra las mujeres terminó.
No toleraremos los feminicidios, trata de personas ni ningún tipo de violencia
contra las mujeres y las niñas”.
Al
participar en la instalación del Sistema Estatal para la Igualdad entre Mujeres
y Hombres de Guanajuato, Lorena Cruz afirmó que éste tiene la oportunidad
histórica de aprovechar el dividendo de género, incorporando en todos los
órdenes de gobierno a las mujeres, trabajando con entusiasmo y dedicación para
lograr una igualdad sustantiva, así como de establecer metas claras y
comprometer acciones afirmativas para alcanzar la igualdad en todos los
ámbitos.
Reiteró
que para combatir el feminicidio y la trata de mujeres y de niñas es importante
establecer programas de prevención que involucren a todas las dependencias y a
las organizaciones de la sociedad civil, pero hay que ir mucho más allá; es
indispensable hacer un profundo cambio cultural. “Tenemos que evitar todas las
expresiones de violencia contra las mujeres y las niñas. Me refiero a
expresiones sostenidas en estructuras de discriminación social y cultural sobre
las que debemos incidir, como los estereotipos, los prejuicios de género, el
sexismo y la discriminación”, subrayó.
En
San José Iturbide, Guanajuato, la funcionaria federal señaló que el Poder
Judicial tiene la gran responsabilidad de garantizar el acceso y la impartición
de justicia con perspectiva de género, entendiendo que las mujeres y los
hombres viven de manera diferente la violencia. “El gran reto es lograr que las
instituciones construyan y consoliden su propia agenda de género además de
destinar recursos específicos que garanticen acciones afirmativas en favor de
las mujeres”, agregó la presidente del INMUJERES.
Es
necesario que se abran las oportunidades a todas las mujeres para que gocen de
trabajos dignos y salarios iguales a los de los varones; que los hombres sean
corresponsables en las tareas del hogar, contribuyendo al cuidado de quienes
integran sus familias, que las emprendedoras obtengan todas las facilidades y
apoyos para desarrollar exitosamente sus propias empresas, y así lograr su
independencia económica, vital para el ejercicio de la libertad de toda mujer.
Finalmente,
subrayó que debe existir el compromiso de garantizar el ejercicio de los
derechos políticos de las mujeres, porque su participación es vital en la toma
de decisiones.
En
su oportunidad, el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, señaló que
la igualdad entre mujeres y hombres no es un tema de discurso, ni de una ley o
un reglamento, sino de convicción; de cultura. “De la igualdad debemos hacer
una disciplina diaria, una agenda de gobierno y familiar”, apuntó.
Destacó que en la entidad, el Plan Estatal de Atención a las Mujeres contempla 187 acciones con resultados medibles para que el impulso al desarrollo de la mujer sea una realidad. De igual forma, subrayó que su gobierno ha impulsado reformas al Código Penal para endurecer las penas a quienes violentan a las mujeres.
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