Estrés y atragantamiento pueden causar trastorno de la alimentación en niños. Por lo general los padres de familia no identifican el problema. El trastorno de la alimentación se puede presentar desde la introducción de los primeros alimentos al bebé.
El estrés, la falta de identificación de
hambre o saciedad y el atragantamiento con algún alimento pueden ocasionar en
el niño un trastorno de la alimentación, que al prolongarse tiene como
consecuencia baja talla y peso para la edad o sobrepeso y obesidad.
En entrevista, la coordinadora de Enseñanza e
Investigación de los Servicios de Atención Psiquiátrica, Tizbe Sauer Vera,
afirmó que el problema se detecta en la consulta médica, cuando los padres de
familia llevan al menor por la aparente falta de apetito.
En la población infantil la alimentación es
una necesidad biológica, informó, y una forma de identificar el hambre y la
saciedad. Además cumple un rol social por la interacción con la familia en la
casa o con los amigos en la escuela, sin embargo puede ser un estresante porque
el niño presencia conflictos familiares, escucha que hay problemas económicos o
entra en una lucha de poder con la madre en cada comida.
La psiquiatra especialista el niños añadió
que en ocasiones el trastorno de la alimentación tiene su origen desde el
nacimiento del bebé, en la primera etapa llamada homeostasis, desde el
nacimiento hasta los tres meses de edad del menor.
En este periodo el bebé aprende de la madre a
autorregular su hambre, pero si ella está angustiada o deprimida no sabe
detectar el llanto por hambre, el pequeño también se estresa y tampoco
identifica la necesidad de ingerir alimento, por lo tanto no come.
De los tres a los ocho meses de edad del
pequeño, la madre tiene que ayudarlo a tener autocontrol del hambre y a saber
cuándo está satisfecho, además de fortalecer el vínculo entre ambos.
La tercera fase es de simbiosis, en la cual
la madre es el principal soporte del pequeño en la satisfacción de sus
necesidades como la de comer, y el niño empieza a identificar que es un
individuo.
Entre los seis meses y tres años que es la
fase de separación e individualización, el niño quiere comer solo y viene un
choque con la madre porque ésta no lo deja ya que se ensucia y se le cae la
comida, lo que trae como consecuencia una lucha de poder: el pequeño no come,
llora, sólo mastica los alimentos y los expulsa.
Otro tipo de trastorno es la aversión
sensorial a los alimentos, y se da en niños muy sensibles a las texturas,
temperatura, colores y sabores, por lo que seleccionan de manera minuciosa el
alimento que les gusta, por lo cual, los padres deben ser muy cuidadosos al
introducir el alimento buscando la presentación que acepte.
En los menores también se presenta el
trastorno de la alimentación postraumático, cuando el pequeño deja de ingerir
alimentos sólidos porque se atragantó y la sensación de asfixia le provocó
miedo. En estos casos se les debe dar, poco a poco, cosas sólidas como una uva
o un trocito de fruta o verdura para que recupere la confianza.
La especialista indicó que los tratamientos
dependen del tipo de trastorno y sugirió a las madres de familia que entran en
conflicto a la hora de la comida ofrecer de comer al menor pequeñas raciones
cada tres o cuatro horas, después cada comida con sus colaciones con un horario
bien establecido.
Aclaró que las raciones de los menores deben ser pequeñas, del tamaño de su puño, porque si se le sirve igual que a un adulto, satisface su hambre sólo con la sopa y ya no quiere el guisado, si se le insiste en que debe comer más tendrá sobrepeso.
Contrario a lo que se cree que los niños no
se angustian y todo a su alrededor es felicidad, también pueden tener
alteraciones emocionales por problemas familiares o escolares que se expresan
en algún trastorno de la conducta alimentaria o de la alimentación, mordiendo
el lápiz, las uñas o el cabello.
Finalmente, hizo un llamado a los padres de
familia a estar atentos al comportamiento de los niños desde la introducción de
los primeros alimentos; si hay alguna alteración, analizar la causa y
atenderla.

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