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| Diabetes e hipertensión aumentan riesgo de huesos débiles. En promedio, 20% de la población adulta padece esta enfermedad, con una proporción de cinco mujeres por cada hombre |
Las enfermedades metabólicas como diabetes,
hipertensión arterial y colesterol elevado, así como las alteraciones
hormonales aumentan el riesgo de desarrollar osteoporosis, debido a que se
altera un componente del hueso llamado osteoplasto, provocando disminución de
su estructura interna y resistencia.
En entrevista, Pilar García, adscrita al
Servicio de Ortopedia del Instituto Nacional de Rehabilitación, aseguró que el sedentarismo también
condiciona el desarrollo de osteoporosis porque los huesos se decalcifican por
falta de fuerza muscular.
De igual forma, hay factores hereditarios y
ambientales que determinan su presencia, comentó.
Detalló que si los músculos pierden su
tensión debido a la falta de movimiento, las cargas mecánicas no pasan al
hueso, por lo tanto se debilita paulatinamente y se desarrolla la osteoporosis.
En promedio, 20% de la población adulta
padece esta enfermedad, con una proporción de cinco mujeres por cada hombre, y
la posibilidad de su desarrollo aumenta a partir de los 50 años de edad,
afirmó.
Anteriormente este padecimiento se atribuía
al cambio hormonal por la menopausia pero ahora se sabe que es de dos tipos: por
un problema hormonal y se presenta después de los 50 años, o por la pérdida
rápida de osteoplastos debido a diabetes, hipertensión, colesterol alto, ácido
úrico e insuficiencia renal. Por ello el tratamiento debe basarse en los
resultados de la historia clínica detallada.
La especialista mencionó que las personas con
factores de riesgo deben evitar el consumo diario de espinacas porque contienen
una sustancia llamada oxalato que bloquea la absorción de calcio.
Los diuréticos y medicamentos para gastritis
que contienen aluminio también impiden la absorción de calcio en el hueso,
mientras que el consumo excesivo de café, té y conservadores propician la
pérdida de calcio por orina y excremento.
La especialista del INR subrayó que el
tabaquismo complica la entrada de sangre al hueso por la dureza de los vasos,
por lo que los fumadores tienen un riesgo muy alto de desarrollar osteoporosis.
Las personas obesas igualmente tienen riesgo
de osteoporosis en la columna, pero se debe valorar si es por diabetes,
hipertensión, insuficiencia renal o hepática.
El paso previo a la osteoporosis es la
osteopenia, y se detecta mediante un estudio de densitometría en cadera. Si la
desviación estándar en este análisis marca de 1.1 a 2.4 se clasifica como
osteopenia, y más de 2.4 puntos se considera osteoporosis.
Se puede sospechar de osteoporosis si la
persona tiene estatura baja, es delgada, pálida, camina encorvada, tiene
dificultad para caminar, usa bastón, padece una enfermedad metabólica,
depresión o anorexia nervosa.
La detección de la enfermedad se realiza
mediante la densitometría periférica en el antebrazo, dedos de la mano, o
calcáneo. Si es positivo, se recomienda un análisis de columna y cadera para la
detección oportuna y adecuada. Si la densitometría marca más de 2.5
desviaciones estándar y la persona tiene más de 60 años, hay riesgo de que el
hueso se rompa.
Finalmente, la especialista del INR mencionó
que la mujer embarazada debe tener buen aporte de calcio y vitamina D, realizar
actividad física dentro de su condición para que el niño se fortalezca
adecuadamente y ella no quede con secuelas de descalcificación.
A la población en general le recomendó
asolearse para tener buena absorción de vitamina D que ayuda a la
calcificación, alimentación equilibrada para el adecuado aporte de calcio, y
ejercicio para mejorar la postura, marcha y las cargas mecánicas al hueso.
Hizo un llamado a las personas de la tercera
edad a evitar estar sentados la mayor
parte del tiempo porque puede haber deterioro óseo que le cause osteoporosis,
caídas y fracturas.

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