El outsourcing,
que representa una alternativa para optimizar operaciones, reducir al mínimo
los costos y aumentar los ingresos y las
utilidades “aún se mira con cierta reticencia en México porque se le asocia con
la subcontratación que en muchos casos afecta los ingresos y prestaciones de
los trabajadores”, menciona el experto.
Sin embargo, es
una modalidad de negocios bastante difundida en Estados Unidos y Europa, donde
delegar a terceros las operaciones que no son su negocio medular les ahorra
costos y los vuelve más eficientes. “Pero en México aún no se emplea de manera
extendida y eficiente. Existe la idea errónea de que el empresario debe
involucrarse en toda la cadena productiva e incluso en la venta y distribución
y descuida el corazón del negocio donde puede generar ventajas competitivas”,
refiere Rizo.
Así, en México los empresarios aún son renuentes a
minimizar la capacidad ociosa en las operaciones al producir artículos o
prestar servicios a un tercero. “Por reticencia no logran ampliar su mercado,
colaborar con clientes intermediarios con marcas blancas o libres, trabajar con
empresas en otras industrias para algún proceso genérico e inclusive con sus
competidores”, refiere Mario Rizo.
“En momentos de crisis es importante pensar de manera
creativa en quién puede utilizar los servicios de la empresa. Analizar la
capacidad ociosa de producción y vender los servicios a otras empresas,
inclusive del mismo ramo”, recomienda el socio de Salles Sainz Grant Thornton.
Entre las principales ventajas del outsourcing, Rizo
enumera el que un tercero puede obtener
menores costos debido al volumen que maneja y a la especialización que tiene en
el área en la que se contrata, la
especialización del externo se traduce
en una mejor calidad cuando una compañía carece de ese expertise, se tiene
mayor capacidad para encontrar talentos, representa un ahorro al no tener que
invertir en máquinas y capacitación del personal y permite centrarse en áreas y
tareas de suma importancia o que requieren atención.
De forma simultánea, al brindar outsourcing a otros,
se logra el aprovechamiento de los espacios físicos y de los equipos instalados
y se cuenta con flexibilidad para enfrentar los cambios.
“También deben verse complicaciones en el sistema,
pues un error que cometa el tercero será visto por el cliente como una
equivocación de la propia empresa, los departamentos externos requerirán de
mayor control y hasta cierto punto existe una pérdida de confidencialidad”,
comenta Rizo.
Otros dos aspectos a considerar según el socio de
Sallez Sainz Grant Thornton son que los beneficios económicos pudieran no ser
los esperados y el riesgo de que el personal no aplique la misma filosofía de
servicio, valores y desarrollo de los recursos humanos.
Para que esta estrategia represente los beneficios esperados se deben cuidar los siguientes puntos:
• Si se trata de outsourcing para administración de personal, este no deberá operar en detrimento de los derechos de los trabajadores, sino en una mejor atención a ellos.• Elegir con cuidado al prestador de servicios, investigando su historial y la experiencia que los clientes han tenido.• Establecer los controles necesarios para evitar riesgos y errores que perjudiquen la imagen de la compañía y que pudieran amenazar la confidencialidad de información estratégica.• Realizar un contrato en el que queden claramente estipulado los compromisos que adquieren cada una de las partes.

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