Manuel Andrade, ganador del Premio Nacional
de Poesía Miguel N. Lira en 1990, y segundo lugar del Premio Internacional
Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz 2009, presentará Siete veces
el mar, libro que constituye el proyecto más importante en su trayectoria,
tanto por su volumen como por las exigencias impuestas para su creación.
Editado por la Dirección General de
Publicaciones (DGP) del Conaculta, en su colección Práctica Mortal, Siete veces
el mar consta de siete poemas largos “en los cuales, más que tocar algunos
temas referentes a la poesía y a la poética, se pretende construir una imagen y
sostener el aliento y el ritmo todo lo que se pueda”, refiere el autor.
Cada poema explora diferentes registros, ya
que de manera simultánea pretende establecer un diálogo con la obra de los
autores citados en los epígrafes de cada poema y la solución a un problema
estético planteado.
Andrade comenta que concluir el poemario le
llevó más de diez años. “Este libro se proyectó se esbozó y se trabajó durante
mucho tiempo antes de su realización. No suelo hacer apuntes ni llevar un
diario y aquí fue necesario ir anotando, llevar registros de cosas que luego se
convirtieron en partes del poemario.
Y sin embargo, el resultado final fue muy
distinto a lo proyectado, pues la exigencia en un principio no era sostener el
aliento sino destruir el canto y acercarse mucho más a lo narrativo. Pero de
repente el libro comenzó a tirar por su lado y lo que ha quedado es esto, que
es de alguna manera la constatación de la inutilidad del canto y de la
memoria”, revela el escritor.
Para el autor, los epígrafes de David Huerta,
Pedro Serrano, Carlos López Beltrán, José Luis Rivas, Alicia García Bergua,
Luis Cortés Bargalló, Sergio Negrete Salinas, que acompañan a cada poema, más
que homenajes resultan en “guiños y lecturas, formas de aproximarse a obras
admirables, que tienen algo que a mí me resulta envidiable y deseable:
cohesión, coherencia, estilo.
Se trata más bien de acercarse a algunos
procesos creativos, de tocar algunos puntos comunes, e incluso de sostener
alguna discusión sobre la literatura. Pero nada de esto resulta explícito. Lo
que se quiere subrayar es que los epígrafes que sirven de síntesis de lo que
será el poema, forman parte de voces que inspiraron la construcción de los
poemas o simplemente que los contagiaron de una parte de su espíritu”.
De acuerdo con Manuel Andrade, su elección de
estos creadores fue “por un afán tal vez egocéntrico, de dejarse tocar por la
obra de autores cercanos. Por agradecimiento a poetas cuya presencia fue
significativa en mi formación. Por admiración a ciertas obras que constituyen
tanto el centro como la periferia de nuestra tradición y con las cuales se
quiere sostener un diálogo”.
Siete veces el mar funciona como siete
viajes, siete visitaciones a tópicos poéticos elementales. Siete voces en
diálogo con la tradición moderna.
Manuel Andrade, licenciado en lengua y
literatura hispánicas y maestro en humanidades, trabaja desde 2002 en el Museo
del Chopo. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores desde 2005 y es autor
de los poemarios Postales (1986), Celebraciones (1986), Crónica de mayo (1991),
Vitrales (1999), Elogios (1998), Frutos mordidos (1999) y Partes de vida
(2009); del ensayo Las tres poéticas de la sangre devota (2004), y compilador
de No es el amor el vuelo. Antología poética, de Dolores Castro (Conaculta,
1993); Lágrimas de la poesía mexicana (2000) y De la patria y sus héroes
(2000).
Siete veces el mar será presentado el martes
17 de julio a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas
Artes, ubicado en Avenida Juárez esquina Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro
Histórico, con los comentarios de Blanca luz Pulido, Luis Cortés Bargalló,
Carlos López Beltrán, el autor y Juan Carlos Cruz Elorza (moderador).

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