Por: Héctor Ramos
Denuncia, deber civil que contribuye con la
justicia y que tiene que estar apegada a la verdad, ya que si esta no se puede
evidenciar, anula el legítimo derecho a la libertad de expresión. Dicho sea de
paso, esta falta obliga a la justicia a imputar castigo a quien incurre en la
calumnia o en la verdad a medias.
Esta idea, - que creemos se puede trasladar a
cualquier área del periodismo de investigación -, fue a la conclusión a la que
se llegó después de haber leído el artículo “Sobre el ejercicio responsable de
la libertad de expresión. El último litigio de Jorge Carpizo Vs Anabel
Hernández”, impreso en la edición 130 de la Revista Mexicana de Comunicación.
La autora, Perla Gallardo, abogada en el caso
Jorge Carpizo Vs Anabel Hernández, argumenta que el jurista, recientemente
fallecido y parte ofendida, no pretendía ser un represor de la libertad de
expresión, sino lo que buscaba es que los comunicadores asumieran en su
totalidad esta responsabilidad en vez de ocuparla como un fuero que los
eximiera de castigo en caso de falsear ante la ley.
Para sostener este argumento, la autora cita
una reflexión que en vida realizaría Jorge Carpizo, en la que él se
autodenomina como un individuo que luchó por los derechos humanos, la libertad
de expresión y el derecho a la información.
El jurista nacido en Campeche, que ocupara
cargos como Secretario de Gobernación, Procurador de la República, Presidente
de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y Rector de la UNAM, decía que “la
simple presentación de una demanda no criminaliza a nadie. Su propósito de
ninguna manera supone censura, sino responsabilidad ulterior para mostrar que
se debe mejorar el ejercicio del periodismo de investigación”.
Lo anterior apuntando a la demanda que la
parte ofendida impuso contra la periodista Anabel Hernández por insinuar “sin
pruebas” que Jorge Carpizo Mc Gregor recibió una considerable suma de dinero,
al haber sido capturado el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán entre 1993
y 1994.
Esta “insinuación”, publicada en Los señores
del narco, fue escrito por la periodista demandada, quien de acuerdo con el
difunto abogado y con la autora del artículo, no presentó pruebas suficientes
para sostener dicha acusación.
Esto último nos hizo recordar el estatuto
número dos del Decálogo para Periodistas escrito por el Profesor Miguel Ángel
Granados Chapa (EPD), el cual al pie de la letra dice: Combata la ambigüedad:
no insinúe, no exagere, no minimice. Elija una postura y defiéndala. Un juicio
no depende de la complicidad del lector sino del apego a la verdad.
Lo que los aspirantes a periodistas podemos
aprender de esto, es que para soñar o tener la ilusión de que la espada de
Themis hará correr la sangre del culpable, hay que tener al derecho y al revés
la evidencia y a los testigos de la verdad, pues cualquier cabo suelto será la
puerta de escape del detractor de la ley.
Fuentes:
- Entrevista “La mafia médica”, realizada a la doctora Ghislaine Lactot por Laura Jimeno, publicada en http://crimentales.blogspot.mx/2008/12/la-mafia-mdica.html
 
- Decálogo para periodistas de Miguel Ángel Granados Chapa, publicado en http://mexicanadecomunicacion.com.mx/rmc/2011/10/16/el-decalogo-para-periodistas-de-granados-chapa/
 

No hay comentarios:
Publicar un comentario