Aunque la mayoría de ellos opera en
organizaciones financieras, en diversos
sectores cada vez aparecen más casos de empleados que realizan ese ilícito de
acuerdo a Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista.
Generalmente los profesionistas que lavan
dinero trabajan en bancos, casas de bolsa o de cambio, aseguradoras,
transmisores de fondos, finanzas populares o inmobiliarias, pero ya se
extendieron más allá del sector financiero. Ahora también se desempeñan como
corredores de arte, concesionarios automotrices, prestadores de servicios
profesionales o dentro de la hotelería,
turismo y otros.
“Por sus conocimientos, relaciones y
apariencia son criminales miméticos que se desarrollan en ambientes
empresariales, políticos y sociales pero realizan ilícitos que generan
inestabilidad económica, problemas sociales, fiscales y monetarios”, comenta
Manrique.
En general son empleados con más de cinco años
de antigüedad en la empresa, ocupan un puesto de confianza, tienen a su cargo
muchas funciones y rehúsan salir de vacaciones y/o delegar trabajo. “Son los
últimos en salir de la oficina al terminar la jornada laboral, mantienen un
bajo perfil en la empresa e incluso recurren a préstamos que pagan con
descuentos de nómina”, menciona el experto.
Manrique enfatiza que existen métodos
profesionales para detectar el blanqueamiento de capitales, pero los siguientes
comportamientos son indicadores del
ilícito:
- Actividad en efectivo acumulado durante un
periodo determinado.
- Cambio constante de domicilio.
- No desean dar información de antecedentes
personales al momento de solicitar un crédito.
- Tratan
de solicitar un crédito sin identificación, referencia o domicilio local.
- El domicilio permanente del cliente se
encuentra fuera del área de servicio.
- Súbitamente pagan un préstamo vencido sin una
explicación plausible sobre la fuente de los fondos.
- Garantiza un préstamo con depósitos en
efectivo.
- Ha solicitado varios créditos y tiene un buen
historial crediticio. Al final solicita un crédito y entra en mora
- Solicita préstamos de nómina para sus empleados
pero no tiene el número de empleados que manifiesta
- Solicita un seguro de vida y después lo cancela
sin importar la prima que se le cobre.
- Exagera las credenciales, antecedentes o
capacidad financiera y recursos de un cliente en los informes escritos de
Sofomes o Sofoles.
- Vive un estilo de vida suntuoso que no podría
ser sostenido con su salario.
- Frecuentemente pasa por alto los controles
internos, la autoridad establecida de control o elude la política de la
Institución.
- Usa los recursos de la compañía en beneficio de
intereses privados.
- Evita tomar vacaciones.
Es importante que en las empresas se detecten
a quienes lavan dinero o colaboran para hacerlo no sólo por una cuestión moral,
sino para prevenir problemas legales, desprestigio, riesgos operativos o de
aumento en la cartera vencida o riesgos de concentración y virtualmente
moratorias e insolvencia.
“Sofomes y Sofoles son entidades de alto
riesgo, pero prácticamente en cualquier empresa pueden presentarse casos de
blanqueamiento de capitales, incluso por el mismo personal de una firma de
subastas de arte, por ejemplo”, finaliza
el Rector del Colegio Jurista.

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