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Los trabajadores domésticos es uno de los empleos que mayor discriminación existe en México, de acuerdo a un análisis del Colegio Jurista |
De acuerdo a la
institución, este sector que comprende un millón 823 mil personas, tiene
características de las mayores estigmatizaciones sociales en México: son
mujeres 90%, indígenas 40%, padecen obesidad 35% y 97% tiene piel morena. Esto de acuerdo a un
sondeo entre 1,500 trabajadores
domésticos de la Ciudad de México y área metropolitana, Guadalajara y
Monterrey (A) .
“Al desempeñar
labores que tradicionalmente no realizaba la Población Económicamente Activa, se asume que es un trabajo que carece
de valor, por lo que tienen bajos
salarios, carecen de prestaciones sociales como seguro médico, comen las sobras
de la familia a la que sirven, son tratados con menosprecio y el 12% de ellos
viven prácticamente en una tienda da raya. Reciben hospedaje y comida a cambio
de una parte importante de su salario”, refiere Jorge Manrique, Rector del
Colegio Jurista.
Legalmente, “existe
un gran atraso en la ley federal del trabajo en la materia, donde las lagunas
se aprovechas para sobreexplotar y maltratar a los trabajadores domésticos”,
refiere Manrique.
la Ley Federal del
Trabajo establece que las trabajadoras del hogar tienen derecho a salario,
descanso, alimentación y a realizar sus labores en un lugar higiénico, pero las
excluye del derecho a la vivienda, la reinstalación laboral, la seguridad
social o la negociación colectiva. La Ley General de Salud por su parte, anota
que sólo pueden ser inscritas en el régimen voluntario, es decir, deben cubrir
sus propias cuotas obrero- patronales y no tienen derecho a guardería ni
prestaciones sociales como la pensión.
Otra de los factores
de discriminación en este sector que percibe entre 500 y 1,000 pesos semanales es
la edad. “Se privilegia a los que tienen
de 12 a 22 años de edad por asumir que tendrán más energía y
capacidad de adaptación. Después ya no
los contratan, mucho menos a la mayoría que trabajan “de entrada por salida”,
que representa el 12%”, comenta Manrique.
El Rector asevera que
el síndrome del quemado antes lo padecían mayoritariamente los trabajadores de
educación y salud en México, pero ahora quienes desempeñan labores domésticas
son los más afectados por este mal, además de que existen muchos casos
documentados de que son uno de los empleos con mayor acoso psicológico y
sexual.
“Palabras de
menosprecio, apodos y gritos son parte del trato consuetudinario a estos
trabajadores, así como el ser acosados sexualmente y para ejemplificar la
tolerancia social a estas conductas, baste ver que a la empleada doméstica se
le endilga el papel de entretenimiento sexual”, finaliza Manrique.
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