Mientras a nivel internacional profesiones relacionadas con Tecnologías de Información, sustentabilidad y globalización ganan adeptos y las mejores perspectivas salariales, en México las carreras tradicionales son las que presentan sueldos más altos dice Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton, consultoría empresarial y financiera.
Así, “en el mercado laboral del país los parámetros sólo
están en el papel o en las nóminas, pero las percepciones reales se rigen por
múltiples factores y aparecen como compensaciones que incluso son mayores al
sueldo nominal”, comenta Rizo.
Cifras presentadas por el Centro de Estudios de las
Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados avalan que el salario mínimo
general en el país presentó un ascenso de 4.2 por ciento de acuerdo al nivel
inflacionario.
En cuanto a
remuneraciones profesionales, las percepciones se rigen por múltiples factores
entre los que sobresale la oferta y la demanda aunque existen parámetros
salariales.
“Una de las profesiones que más alto se cotiza en el mercado
laboral en este momento es el de los
contadores por el aumento continuo de obligaciones fiscales y por el complejo marco
fiscal que nos regula. Asimismo, desde años atrás las carreras de Medicina y
Derecho, han destacado por ser de las mejores pagadas y actualmente el
ingeniero civil se suma a las carreras tradicionales con mejores salarios”.
De acuerdo con Rizo, los salarios mínimos generales no rigen toda profesión y la Comisión Nacional
de Salarios Mínimos tiene establecidos salarios mínimos profesionales para 72
profesiones, oficios o trabajos especiales. “Estos son superiores a los
salarios generales, aunque ninguno rebasa los dos salarios mínimos a excepción de
la de reportero o foto reportero de prensa diaria, establecido en 5,235 pesos mensuales”.
En contraste,
trabajos como maestro de primaria particular, auxiliar de enfermería o
secretario auxiliar, al igual que oficios como repostero, manicurista, joyero o
empleado en tiendas de autoservicio tienden a percibir menos de ese monto, de
acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
Vale mencionar que con el afán de contar con personal más
capacitado y entrenado, las empresas optan por múltiples compensaciones
variables de acuerdo al desempeño o prestaciones innovadoras que van desde
esquemas de teletrabajo, horarios flexibles, capacitación o pago de
colegiaturas entre otros.
“En México se detecta la tendencia de
generar incentivos que pueden ser el total de la compensación o un complemento
de sueldos y salarios. Los más usuales son los bonos sobre producción,
comisiones, curvas de madurez, aumentos por méritos, compensación por
conocimientos y los incentivos no financieros que son los más recurrentes en el
país”, menciona Rizo.
Entre éstos últimos destacan los programas de
reconocimiento, placas conmemoratorias, objetos deportivos o decorativos,
certificados, días especiales de vacaciones, aumento en el nivel de
responsabilidad, la autonomía y mejoras en la calidad de la vida laboral del
empleado.
Ahora, aunque México ostenta el séptimo lugar en
optimismo salarial con 86 puntos porcentuales, lo que lo sitúa un punto arriba
del promedio manifestado en América Latina, que tiene el liderazgo en este
ranking , presenta sueldos bajos.
De acuerdo con el Informe mundial sobre salarios de la
Organización Internacional del Trabajo, el salario mínimo en México es inferior
al que se paga en China, Portugal y Turquía, y está apenas por encima de lo que
recibe un trabajador en la India, dejando en claro que estos países son
reconocidos por contar con mano de obra barata.
“Tenemos así que los parámetros salariales en el país son
sólo de papel y no corresponden a la realidad y en campo profesional carreras
tradicionales, que se desdeñan por alta matrícula, son las que presentan más
posibilidades de trabajo y remuneración adecuada, mientras las innovadoras no
tienen perspectivas reales y promisorias de remuneración”, concluyó Rizo.
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