El tumor de Wilms o nefroblastoma se presenta con más frecuencia a partir del segundo año de vida. |
El Hospital Infantil de México “Federico Gómez” recibe
cada año 12 casos nuevos de tumores sólidos malignos en los riñones.
El pronóstico de los pacientes con tumor de Wilms, en
general es bueno debido al tratamiento combinado de cirugía y quimioterapia.
Se estima que la incidencia del cáncer en riñón, conocido
como nefroblastoma o tumor de Wilms, es de un caso nuevo por cada diez mil
habitantes menores de 15 años. El servicio de cirugía oncológica del Hospital
Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG) recibe 12 casos nuevos por año.
Así lo informó Pablo Lezama del Valle, jefe del servicio
de cirugía oncológica del HIMFG, quien refirió que el nefroblastoma se ubica
dentro de las primeras cuatro neoplasias malignas que afecta a menores de dos a
cinco años, antecedido por leucemias y linfomas, tumores del sistema nervioso
central y el retinoblastoma.
El nefroblastoma es un tumor maligno “embrionario” en el
riñón, lo que indica que durante la gestación del embrión las células del riñón
pueden producir alteraciones (restos nefrogénicos) que al ser retenidas
anormalmente por el órgano se podría desarrollar la neoplasia al cabo de los
primeros años de vida.
La primera manifestación, en el 90 por ciento de los
casos es la presencia de una masa palpable en el abdomen. Otros indicadores
puede ser la hipertensión arterial –que se registra en el 25%- y sangre en la orina (hematuria).
Una vez detectado el tumor se requiere de una evaluación
urgente, hospitalizar al paciente para la realización de estudios de
ultrasonido y otros de imagen, con el fin de confirmar la presencia y ubicación
de la masa tumoral, explicó el cirujano oncólogo.
Regularmente el tumor de Wilms se localiza en uno de los
riñones, sin embargo existe una probabilidad de 5 a 7% de que se
presente de manera bilateral.
El pronóstico del tumor en riñón -en sus primeras dos
etapas- es bueno gracias al manejo multidisciplinario, a los procedimientos
quirúrgicos oportunos y a los tratamientos con menor impacto en los pacientes.
Con ello, han mejorado los resultados en la atención de
este tipo de cáncer en niños, al punto de considerarlo un ejemplo de éxito en
oncología pediátrica, ya que se ha registrado una sobrevida de 95 a 97% -en los casos que cuentan con una histología favorable, estructura de
los tejidos orgánicos-, declaró el jefe del servicio de cirugía oncológica.
Incluso pacientes en etapas avanzadas y con metástasis a
distancia, pero con histología favorable, alcanzan una sobrevida del 80%, un gran resultado al considerar las afecciones al riñón o de otros
órganos.
En el HIMFG, al ser un referente nacional, recibe
pacientes de todo el país, especialmente de la parte central, que con apoyo del
Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos puede garantizar el tratamiento
de los pequeños con tumor de Wilms, aseguró Pablo Lezama.
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